Excelente disposición para sacarnos del atasco en que nos metieron

Excelente disposición para sacarnos del atasco en que nos metieron

NOTA BENE

Excelente disposición para sacarnos del atasco en que nos metieron

Algunos, pocos, muy pocos pueden estar contentos por haber encontrado un puesto de trabajo en Tabasco, pero desgraciadamente son mayoría de los que lamentan la misma circunstancia. Cuantos más despedidos hay, más se abarata la mano de obra y a eso le llaman “precarización del mercado”. Es muy triste no tener trabajo, pero tampoco es alegre tenerlo y que su recompensa sea un dinero que, como se denunciaba ayer en PRESENTE, en la mano no se ve y no permite cubrir las necesidades más básicas. Nunca ha habido tantos eventuales ni jamás los eventuales han durado tan poco. Hola y adiós. A todos les hace falta tener una gran memoria para acordarse de sus compañeros de trabajo, ya que fueron vistos y no vistos, ya que estaban de antemano vistos para sentencia. Dicho de otro modo más aritmético, el aumento persistente de los despidos nos ha llevado a que la duración media de los contratos en Tabasco sea mucho menor. Antes era de seis meses, tiempo suficiente para saber si a alguien le cae simpático su compañero, o de un año, lo que generalmente sólo permite darse cuenta de los que caen fatal. En la amistad también se dan flechazos, aunque no dependan de Cupido, el ciego que “apunta y atina, caduco dios y rapaz”. Todo lleva su tiempo. De ahí el prestigio del vino y de los amigos, que nunca son de un día para otro y precisan un tiempo de maduración. Las contrataciones temporales están impidiendo esa hermosa virtud. Los índices acusadores de pobreza siguen creciendo en nuestro estado, porque no hay empleo y con problemas añadidos para los que llaman “desfavorecidos”, o sea a los pobres de pedir aunque nadie les dé nada por más que pidan. No debieran solicitar trabajo, sino compañeros de trabajo. Sería señal de que al menos hay una de las dos cosas. En época electoral ya se sabe que son muchos los que dicen encontrarse en excelente disposición para sacarnos del atasco en el que ellos nos han metido. Habrá que escucharles con atención, porque el tiempo, a pesar de la edad que tiene, sigue sin parar y sin tropezar y corre a toda velocidad. La mayoría de los candidatos quieren gobernar, cueste lo que cueste, pero no han hecho números más que de circo. No hace falta ser un pesimista antropológico o un avezado oculista para distinguir el color negro, pero el padre Rubén Darío nos dijo que abomináramos de la boca que predice zodiacos funestos.

NOTA BENE 2: ¿Quién lo iba a decir? Donde menos se piensa salta la liebre y la alcaldesa de Centro, Casilda Ruíz, está demostrando tener una firmeza de hierro, con guante de seda. No ha temblado su brazo en el timón de la capital tabasqueña y el barco sigue navegando, a la que incluso se le trató de robar el protagonismo y con ello su autoridad.

Por Antonio López de la Iglesia