¿Nuevos rebeldes sin causa?

Desde siempre los jóvenes serán rebeldes y tendrán verdaderas causas

Esta mañana cuando desperté inesperadamente me hice esta pregunta: ¿Existieron realmente los rebeldes sin causa? A la distancia en el tiempo, pienso que no, esto no es cierto, más si se trata de etiquetar a un puñado de jóvenes o alguna generación de ellos, tratándolos de encuadrar en un prototipo de educación a ultranza. 

Desde siempre los jóvenes serán rebeldes y tendrán verdaderas causas, aceptables o inaceptables para sus padres, familiares, amigos o maestros tal vez; pero el hombre por naturaleza es rebelde, siempre estará tratando de ir más allá de lo que dispone o tiene a su alcance en la época que le haya tocado vivir.

Indagando en la red, me encontré que este concepto “Rebeldes sin Causa” se difunde con una película allá por el año de 1955 bajo la dirección de Nicholas Ray, a un guion de Stewwart Stern, Irving Shulman. Argumento de Nicholas Ray; obtuvo los premios: Oscar: Nominada Actor secundario (Mineo), Actriz secundaria. (Wood) e Historia; en 1956 Premios, BAFTA: Nominada a mejor película y actor extranjero (James Dean), y Globo de Oro por nueva promesa femenina (Natalie Wood).

Una cinta que retrata el drama de tres jóvenes: Jim Stark, Judy y Platón, quienes coinciden en una comisaría. Cada uno por motivos distintos: Jim está borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón acaba de matar a tiros a unos cachorros. El inspector Ray descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. A Jim y Judy los van a recoger sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la criada negra que vive con él.  Imaginémonos el drama mayúsculo, solo lo visita la criada que además es de color; un terrible drama para aquellos años. 

De las críticas de la época destaco éstas. Luis Martínez del Diario El País escribe: “Ray inventa el cine de la juventud atormentada. (…) un enérgico y ensordecedor melodrama (…) uno de los trabajos más sinceros que ha tocado la pantalla. Por su parte Bosley Crowther del The New York Times, señala: “Una película violenta, brutal y perturbadora sobre los adolescentes modernos (…) tiene algunos detalles de intensa verdad y decisión”. 

Como nada sucede al azar y todo tiene una razón de ser, más tarde amarré mi interrogante a lo que había estado meditando con antelación: no es posible que después de más de tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la oposición mexicana continúe comportándose con rencor, como si no encontraran causas suficientes en ellos para formular y proponer un programa opcional a todo cuanto no coinciden con el modelo de gobierno que instrumenta y edifica la 4ta. Transformación. Una alianza conformada por tres rebeldes que mantienen una relación conflictiva de principios e intereses, pero con una coincidencia de un impregnado resentimiento hacia el gobernante en turno.   

No es posible que en todo este tiempo solo se hayan dedicado a tirar piedras a todo cuanto hace AMLO. En verdad: ¿creería usted que si la delincuencia, uno de los saldos pendientes se resolviera le aplaudirían a este gobierno?, dudo mucho que suceda. Se han empeñado en comportarse como unos rebeldes sin causa, cuando no lo son; les ha faltado la sensatez y el tiempo para meditar, no quieren aprender de la gran lección que se está construyendo para la Historia de este País.

La perseverancia, la constancia y cosechar todo cuanto hizo daño a este noble pueblo, que hoy se aferra a quien le ha demostrado con hechos que tenía y tienen mucho de razón; solo preguntémonos a donde hubieran quedado todos los recursos que este gobierno ha invertido en los jóvenes, ancianos, discapacitados, enfermos, sembrando vida, proyectos como el tren maya, refinería Olmeca, rescate de las desmanteladas y subutilizadas vacunas, corredor transístmico, recuperación de la industria eléctrica, subsidios a las gasolinas, impuestos recuperados, etc. etc. y entonces obtendrá una importante respuesta. Ahí está, señores de la oposición, la enseñanza: ustedes propongan algo si no igual, sí que ofrezca aliento a la población y los vean como una nueva opción. Después de todo, la libre competencia es benéfica para el país.