Facturas antiguas planean sobre Sinaloa

Facturas antiguas planean sobre Sinaloa

El precio de la camisa de “El Chapito”, su galanura, la austeridad en el uso de complementos de vestido, el nulo papel de la CIA y la DEA, la previa detención del otro hijo, de Iván, la lectura de la intervención de El Mayo, que aparentemente estaba peleado con los Guzmán, el peso real de la intervención del ejército, han dejado paso a los hechos principales: Fue un operativo mal planeado y ejecutado que además no contó con el conocimiento previo del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, que finalmente fue el que lo resolvió con sentido común y de estado, aún a riesgo de perder su prestigio personal y político, pero pensando en salvar vidas humanas. Por el momento no hay renuncias de quien, o quienes, hayan sido los responsable. Se esperan en los próximos días, mientras que portavoces autorizados y no del gobierno de Estados Unidos, que han pedido la extradición de los dos hermanos, están convencidos de que la tragedia que se evitó puede darse en cualquier momento con ligeras y siniestras variantes. La pregunta ahora es si ¿la guerra está declarada?, sin que sea imprescindible una declaración de guerra, ni un cálculo aproximado de víctimas, ya que estas siempre aumentan cuando van muriendo los heridos de mayor gravedad. En su tétrica opinión, la de los expertos de USA, en los próximos años se producirán ataques del narco y de la delincuencia organizada contra el estado mexicano. ¿Por qué desoímos las advertencias de los Estados Unidos? ¿Sólo porque no nos gustan o porque Trump está ocupadísimo despidiendo a una buena parte de sus colaboradores? No es traidor quien avisa, pero los desavisados lo que quieren es que todos olvidemos al enemigo común, que es la barbarie y el odio a todo lo que ha supuesto nuestro modo de vida. Mientras no haya un gobierno mundial, todo será cada día más arduo, pero ese sueño kantiano de “la paz perpetua” está tan lejos que no lo divisa ningún contemporáneo. Ya sabemos que todo pecador tiene un pasado y todo el que sigue pecando, un porvenir, pero parece que les hemos dado muchas facilidades. ¿Cómo se puede luchar contra esa industria del narco que ingresa cientos de miles de millones más que el propio estado mexicano a costa de la salud y la vida de cientos de miles de civiles? El ser humano es “un animal crédulo” como nos dijo el gran Saramago, que era un descreído confesional. Y por eso “compramos” cualquier medida que nos propongan para acabar con esta pesadilla que no tiene pinta de ser ni siquiera contenida. En noviembre siempre les llega la hora a los reproches y a los balances y no estaría de más pedirle explicaciones a los servicios de inteligencia de EE UU sobre su interés especial por los “chapitos”. Otra cosa es que quieran darlas, pero algo sí sabían, aunque no fuera todo. La inteligencia ha sido definida como un estado de alerta continuo, todo lo contrario a no querer enterarse de las cosas hasta que ellas exploten y despierten incluso al Gobernador de Sinaloa, que era el que estaba más cerca. Ahora debe explicar por qué caminaban libremente delincuentes perseguidos oficialmente y con orden de aprehensión. Ahora deben explicar su silencio y eso sólo se hace callando más cosas y reclamando facturas antiguas.