Falso que AMLO divida a los mexicanos
16/06/2022
Quien no conoce México y lee las acusaciones contra López Obrador de dividir a los mexicanos
Que Andrés Manuel López Obrador ha dividido a México lo acusa la oposición. Que no ha hecho otra cosa que dividir a los mexicanos desde que inició su labor como presidente de la República, insisten sus adversarios. Con esa cantaleta llena de odio, de calumnias e hipocresía han estado desde antes que nuestro paisano llegara a la Presidencia.
¿Y quién es esa oposición que vocifera e insulta contra el hoy Presidente de la República? Hasta el menos enterado y menos suspicaz, hasta el más iluso sabe que esa oposición está integrada por aquellos que perdieron sus canonjías y prebendas que le daban los gobiernos del PRIAN que, durante años, hicieron de la corrupción y de la complicidad un modo de gobernar nuestro país.
Quien no conoce México y lee las acusaciones contra López Obrador de dividir a los mexicanos, creería que, antes de él, floreció la igualdad social y que todos los mexicanos vivíamos en plena armonía y fraternidad, sin diferencias clasistas y racistas donde reinaba la justicia.
Sería absurdo creer que, en menos de tres años, con un chasquido de dedos, AMLO destruyó esa supuesta paradisiaca sociedad fraterna e igualitaria. Que en menos de tres años creó los sesenta millones de mexicanos pobres y procreó la minoría de millonarios que aparecen hoy en la lista de la revista Forbes de los hombres más ricos del mundo.
Curiosamente quienes hacen esas acusaciones son aquellos medios, televisivos, radiofónicos y escritos que durante los años del PRIAN cobraban jugosos embutes por hablar linduras sobre un México ideal e inexistente.
Esos medios hacían lo que hace el gato al tapar con la arena: con un discurso periodístico falseado y maquillado, Televisa, TV-Azteca y demás periódicos como El Reforma ocultaban toda la cloaca, la cimbra de injusticias y corrupción en que estaban montados los gobiernos del PRIAN: para eso servían los embutes que los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña les daban.
Hoy que esos medios me recuerdan aquella frase que decía don Porfirio Díaz: “¡Ese perro ladra mucho, tírenle un hueso!”.
AMLO no llegó a la presidencia a fracturar nada. México ya estaba fracturado, dividido desde antes que fuera investido como Presidente de la República: en el 2020 ya existían en el país seis personas, de las más acaudaladas, que concentran hoy mayor riqueza económica que la mitad de la población de mexicanos. En 2020 ya existían 62 millones y medio de mexicanos viviendo en la extrema pobreza. Estos datos son de la organización mundial OXFAM y fueron publicados por el Diario La Jornada, el 21 de enero del 2020.
La CEPAL, por su parte, en 2017 nos informaba que para ese año la desigualdad social en México había alcanzado niveles récords: dos terceras partes de la riqueza nacional estaba en manos del diez por ciento más rico y el uno por ciento de los más ricos acaparaba más de un tercio de la riqueza económica nacional. Insisto, ese México injusto y desigual no lo creó Andrés Manuel.
La oposición ha acusado a nuestro paisano que desde que ocupa el cargo de Presidente de la República, llegó polarizar a las clases sociales de México, a exacerbar y a violentar las actitudes clasistas entre los mexicanos: entre los fifís y los chairos.
Que yo sepa Andrés Manuel no creó esa costumbre racista muy arraigada en México de que las patronas encopetadas y oxigenadas que manejan su VMW o su Mercedes Benz, y llegan a misa los domingos, sientan a la chacha en el asiento trasero del carro, junto con el perro fifí de la familia. Tampoco Obrador generó esa costumbre, común en México, de que la chacha coma en la cocina la comida del desperdicio, como un mexicano de tercera. Y eso existe, no seamos hipócritas.
Esa costumbre, generalizada en nuestro país, ha existido desde los años de la colonia de la Nueva España y hoy lo practican personas como esas güeras oxigenadas del espectáculo que se expresaron de manera racista y despectiva contra la actriz de raíces indígenas, la oaxaqueña Yalitza Aparicio, de la película Roma. Y eso no lo azuzó Andrés Manuel.
Lo único que ha hecho nuestro paisano presidente es levantar la tapa de la cloaca con la que se ocultó tanta inmundicia y corrupción de los gobiernos del PRIAN durante años y limpiar la cloaca.
Lo que ha hecho López Obrador es quitarle el velo a ese México hipócrita y falso, clasista y racista, con el que ese México ha ocultado la cara durante tantos años. Andrés Manuel ha enervado, sacado de quicio a ese México clasista que, de manera despreciativa y burlona, le puso el apodo de “El Peje” y que se burla de él porque no habla con el siseo de los chilangos y se come la ese al hablar igual que un servidor que está comentando para usted.
Y, por último, su mayor pecado ha sido que en “Las Mañaneras” desmiente y le ha sacado los trapitos al sol a todos aquellos políticos arribistas, aviadores, periodistas y comentaristas corruptos que hoy ladran por el hueso que les daban los gobiernos del PRIAN y él se los quitó. (*Catedrático universitario)
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