¿Fin de Cuarentena?

Los desacuerdos entre el gobierno federal y sus adversarios políticos tales como algunos gobernadores del norte del país, legisladores federales y dirigentes nacionales de partidos

Los desacuerdos entre el gobierno federal y sus adversarios políticos tales como algunos gobernadores del norte del país, legisladores federales y dirigentes nacionales de partidos, en torno al manejo de la pandemia tanto en términos de la salud y la economía, han generado mucha confusión y más temor e incertidumbre en el conjunto de la sociedad.

Prácticamente desde que se iniciaron los contagios la controversia por las medidas de las autoridades sanitarias ha sido parte esencial del coronavirus SARS-COV-2, conocido como COVID-19. Las instalaciones, los equipos médicos y el personal apropiados para su atención; el número de pruebas, infectados y muertos; el método centinela; los pronósticos sobre el decrecimiento económico y el desempleo, así como las propuestas para la recuperación económica y hasta el fin de la cuarentena y el inicio de la llamada “nueva normalidad”, entre otras, se han revestido de fuertes polémicas más por la lucha política que por asuntos técnicos.   

Las dudas se multiplican cuando los mensajes del propio gobierno federal parecen entrar en conflicto, pues mientras el presidente López Obrador habla de que se ha domado el explosivo nivel de contagio del COVID-19, los casos confirmados y las muertes siguen creciendo. Quizá lo hace considerando que este crecimiento está lejos de desbordar la capacidad hospitalaria.

Sin embargo, no hay que confiarnos, ya que cuando el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, expresó que el número de contagios en Tabasco estaba en descenso, algunos irresponsables, como los llamó el gobernador, salieron a las calles pensando, quizá, que el riego de contagio iba a la baja.

Lo mismo puede suceder ahora que el presidente López Obrador, aprovechando el fin de la cuarentena, reinició sus giras de trabajo este lunes para poner en marcha el Tren Maya, con la finalidad de generar empleos. Esperamos que la gente no se desborde y desate las amarras intangibles y voluntarias que la mantienen en casa.

El temor infringido por el coronavirus y el encierro de 70 días requeridos para contener su contagio han sido tan traumáticos que la gente, en su desesperación, exige recuperar su vida y sus libertades civiles.

La comunicación es importante en esta etapa de transición, a efecto de que el cambio de señales que se genera al dar por concluida la Jornada Nacional de Sana Distancia e iniciar la “nueva normalidad” se realice con especial cuidado para que los gandallas e irresponsables no echen a perder el enclaustramiento al que hemos sido sometidos algunos con el agobio del pan y los espacios reducidos.

De acuerdo con los datos oficiales, aún no se han desbordado los espacios hospitalarios para atender a los enfermos de COVID-19 ni en la ciudad de México ni en el Estado de México, que es en donde se localiza el mayor número de casos confirmados. Sin embargo, la pandemia está lejos de ser un problema resuelto y la reactivación económica que se promueve podría generar un rebote indeseable que nos regresaría al confinamiento.

A todos nos debe de quedar muy claro que solo la vacuna o, en su caso, algún antiviral efectivo podrá detener el COVID-19 y colocarlo en la historia como otros tantos padecimientos que han afectado a la población, pero que ya no son noticia, como la tuberculosis, la malaria y el hambre que producen al año alrededor de: 1.5 millones, 600 mil y 8 millones 760 mil muertes en el mundo, respectivamente.

México se encuentra entre los países que registra un mayor porcentaje de muertos respecto al número de casos confirmados. Por su parte, Tabasco no canta mal las rancheras y se ubica entre los estados con un alta porcentaje de fallecimientos (12.67%) por Covid-19.  

Por eso la llamada “nueva normalidad” empieza este 1 de junio a través de un semáforo de riesgo que contiene los colores: verde, amarillo, anaranjado y rojo, que van a indicar la reapertura escalonada de actividades laborales, escolares y de recreación. Toda la república se pintó de rojo, a excepción de Zacatecas, para indicar que aún estamos en una etapa de riego de contagio alto.  Además, para evitar mayor confrontación con los gobernadores del norte, se les deja en total libertad de decidir el manejo de las medidas conforme a su particular situación. Así, por ejemplo, en Chihuahua se mantiene la sana distancia hasta el 30 de junio, mientras Guanajuato y Nuevo León anuncian la apertura de algunas empresas.

En Tabasco, todos los servidores públicos estatales regresan a sus labores, salvo los diabéticos, hipertensos, obesos, viejitos, etc.; las actividades esenciales se realizarán los 7 día a la semana y las no esenciales empezarán de manera escalonada a partir del 15 de junio si el semáforo está en naranja. El 8 de junio concluye ley seca, aunque solo se venderá trago a domicilio.

Las medidas de higiene y sana distancia deberán de mantenerse por tiempo indefinido y, en caso de rebote, se volverá al confinamiento, sentenció AMLO.