Finanzas sanas, ningún sobresalto: Adán Augusto

Finanzas sanas, ningún sobresalto: Adán Augusto

Tabasco viene de dos difíciles cierres sexenales. Ocurrió en 2012, cuando la administración de Andrés Granier estuvo imposibilitado para cubrir adeudos a miles de proveedores, así como la adquisición de medicamentos y el pago del servicio médico, entre otros déficits. Por lo menos fue lo que denunció oficialmente el gobierno entrante de Arturo Núñez, quien a principios de 2013 ofreció que “nunca más” la entidad volvería a vivir una situación similar.

Lamentablemente, desde principios del 2018 y durante todo ese año del final del sexenio, la situación no sólo se repitió sino que se agravó. Eso quedó de manifiesto en las calles de Villahermosa, donde menudearon las protestas de burócratas que no recibieron sus pagos quincenales. Otro tanto ocurrió, aunque sin protestas callejeras pero sí como un padecimiento callado, en miles de negocios locales que vieron esfumarse su esperanza de cobro.

La circunstancia se agravó porque, como confirmó el gobernador actual Adán Augusto López Hernández, en los dos últimos años de la administración de Arturo Núñez la inversión en obra pública no rebasó los 200 millones de pesos. Para que se tenga una idea de lo que esto significa, tan sólo en el 2019 se tiene prevista una aplicación de los más de mil millones de pesos obtenidos en ahorros por la aplicación de medidas de austeridad. Hasta el último corte, los ahorros rebasan los 600 millones de pesos, una tendencia que se mantendrá en lo que resta del año.

Dijo López Hernández: “Ahora, a estas alturas, anda por alrededor de 700 millones de pesos (el recurso obtenido) y vamos a cerrar el año con unos 1,500 millones de pesos en obra pública”. Como resulta lógico, la aplicación de los dineros públicos en inversión de obra le dará un mayor dinamismo a la economía local, habrá una generación de empleos y una mayor derrama de recursos.

SE ha dicho y con razón que la obra pública en el ramo de la construcción es la mayor generadora de empleos.

SANEAMIENTO FINANCIERO

En este sentido, cobra importancia lo expuesto por el secretario de Finanzas, Said Mena Oropeza, quien se comprometió con un cierre de año con finanzas estables, reducción de pasivos e incremento de ingresos propios, “a pesar del déficit heredado” de la administración anterior. Están garantizados –dijo- el pago de salarios y prestaciones de fin de año para todos los trabajadores, así como los contratos con proveedores.

De acuerdo al testimonio del funcionario, el gobierno anterior dejó un déficit de 3 mil 500 millones de pesos. Es de suponerse que en esta contabilidad no entran los pagos no realizados a diversos proveedores y que ahora están en dificultades para documentar los servicios prestados.

De los compromisos de la actual administración, Mena Oropeza puntualizó que se están cumpliendo. En sus palabras: “El sector laboral y los proveedores pueden tener la seguridad de que no tendrán ningún problema. No vemos en el mediano plazo o a finales de año tener situaciones como las que se presentaron en años pasados”. Es un respiro de alivio, porque además Tabasco tiene capacidad crediticia con una deuda bancaria comercial de unos seis mil 400 millones de pesos, de la que se pagan por servicio anualmente alrededor de 900 millones de pesos. Reiteró el dato dado por el gobernador López Hernández a principios de año: existe un margen de maniobra crediticio por hasta de siete mil millones adicionales.

Un signo positivo es el aumento en la recaudación de ingresos propios. Se ha obtenido un 8 por ciento más con respecto al año pasado. La meta es lograr hasta dos mil 800 millones de pesos este año.

Dijo: “Llevamos recaudados aproximadamente unos mil 500 millones de pesos, lo que representa poco más de 51 por ciento de los ingresos estimados para este año”. La cifra es de valorarse si tomamos en cuenta que en todo el país existe un freno en la economía y apenas comenzaremos la recuperación.

POSTDATA

La economía depende de la seguridad.  Si, como señalan las autoridades transcurrido el primer semestre los índices delictivos disminuyeron un 32 por ciento con respecto al mismo periodo de 2018, es de esperar que la presencia de la Guardia Nacional mejore sustancialmente la prevención y combate a los ilícitos. La percepción de inseguridad tiene que disminuir.