Futbol, elecciones y democracia

Futbol, elecciones y democracia

Si una lección dejó el partido México-Alemania es que hay mexicanos que no saben ganar. También reveló una fuerte necesidad de reconocimiento nacionalista. Y cierta sana dosis de incredulidad ante el triunfo.

Que la selección ganara el juego  ante Alemania fue un estupendo regalo para miles de aficionados que celebraban el día del padre, desbordó las emociones a tal grado que incluso en Villahermosa hubo quien pensó que era buena idea subirse al monumento al deportista.

Todo era diversión hasta que nos enteramos de gente dispuesta a quemar la bandera alemana para festejar, o que en Rusia los mexicanos hacen gala de su intolerancia para agredirse mutuamente por motivos políticos. Ya se sabe, la aversión entre los simpatizantes y los detractores de Andrés Manuel López Obrador, o de Meade Kuribreña y Anaya Cortés, trasciende fronteras. O por lo menos es el pretexto

Sucede que algunos confunden el fin deportivo de la competencia con un nacionalismo vacío, exacerbado, como si el triunfo en un partido diera lugar a cierto tipo de superioridad más allá de la cancha. De igual modo, algunos estiman que desde sus convicciones políticas son mejores que sus contrarios en todas las áreas de la vida. Cuánta inmadurez.

Igual que en los muchos exabruptos vistos durante la contienda electoral, estos comportamientos en el fondo revelan una necesidad de reconocimiento enfermiza y trastocan el sentido de la contienda, deportiva o política. No debería el odio ser protagonista de un festejo, mucho menos cuando se trata de una nación que busca construir acuerdos para mejorar y crecer en el futuro inmediato.

Sin embargo, estos episodios vergonzosos sirven para constatar cómo la violencia sutilmente se ha colado hasta en las ocasiones más cotidianas y alegres. La mayoría siempre hará bien en censurar las conductas dañinas.

Se supone que en la antigüedad las olimpiadas se inventaron en Grecia para canalizar la rivalidad entre las diversas regiones del Estado. Así también, actualmente, el sistema democrático sirve para dirimir la lucha por el poder de maneras no violentas.

Por eso se engrandece un alemán que saluda a un mexicano tras perder el partido, le felicita por el buen juego y le regala su bandera. Así también, después de la elección, quien gane pierda debería reconocer en el que gana que su triunfo representa la voluntad de los ciudadanos y que lo mejor que puede hacer es reconocerle su legitimidad.

Después del gol de Hirving Lozano, a muchos los invadió la incredulidad como primera emisión. Quizá porque no estamos acostumbrados a ganar.

De igual modo, quien gane la elección a la presidencia de la República haría bien en tomarse un tiempo de incredulidad para que, antes de regodearse en su triunfo, reflexione en la importancia de tomar en cuenta a los que perdieron en todo lo que puedan aportar a la construcción del bien común. Sobre todo, los ciudadanos necesitamos un mensaje de unidad antes que el vapuleo.

Igual que el partido de México-Alemania, la jornada del primero de julio es apenas el primero y más espectacular encuentro de una serie de batallas, quizá más arduas. Igual que en lo deportivo, en lo electoral se debe jugar limpio.

Y es que hasta en la oposición y en el gobierno debe haber lealtad para elevar la calidad del juego. Si en la democracia aprendemos, como sociedad, las responsabilidades que implican el triunfo o la derrota en las urnas, todos habremos ganado condiciones un poco mejores para el futuro que ya está casi encima de nosotros.

PRIMERA PARADA

En rueda de prensa celebrada ayer lunes en conocido hotel de la ciudad, el abanderado a la gubernatura por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Oscar Cantón Zetina, anunció su declinación a favor del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Adán Augusto López Hernández. El anuncio del ahora ex candidato llegó momentos después que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de ese partido confirmaba dejar de respaldar su candidatura por pronunciarse por un candidato distinto, toda vez que Cantón ha hecho pública su decisión de votar por Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia. Adán Augusto López le dio la bienvenida.

SEGUNDA PARADA

De acuerdo al ciclo de conferencias sobre populismo organizado por el Instituto de Administración Pública de Tabasco (IAT) y realizada este lunes aquí en Villahermosa, el internacional académico español Fernando Vallespín, dio una magna conferencia sobre este peculiar concepto que en estos momentos distrae la atención de muchos políticos mexicanos en el marco de las elecciones constitucionales a celebrarse el próximo 1 de julio. Acudió al evento el gobernador Arturo Núñez Jiménez. Populismo: un concepto al que se le atribuyen varias definiciones, pero como un pez entre las manos, nadie ha podido agarrar/definir con exactitud. 

PARADA ESPECIAL

La vocal Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE), María Elena Cornejo Esparza, informó que a 11 días de las elecciones, ya se han capacitado al 95% de funcionarios de las mesas directivas de casillas. Buena noticia.