Gina y su frase: “No tengo la sombra cómoda de un caudillo que me cobije...

Gina y su frase: “No tengo la sombra cómoda de un caudillo que me cobije, ni el gracioso candor vacío que otorga la juventud

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Gina y su frase: “No tengo la sombra cómoda de un caudillo que me cobije, ni el gracioso candor vacío que otorga la juventud

A reserva del resultado que obtenga Gina Trujillo en estas elecciones ya ha conseguido resultados enormes para su partido y para la sociedad tabasqueña en general que necesita de instituciones políticas fuertes. Gina se encontró con un PRI en Tabasco que, si me aceptan la figura para explicarlo, era como un cuartel de un ejército derrotado. En el patio central estaba la bandera arrugada, hecha trizas, llena de sangre y de lodo. Nadie se preocupaba por ella. Los soldados, desarmados, estaban heridos, sangrantes, deprimidos y ni se avistaba un solo general que estuviera sobrio. Gina lo primero que hizo fue levantar la bandera, la lavó adecentándola, cosió sus rotos le devolvió sus colores, la levantó y comenzó a andar con paso firme, con el estandarte en alto, enseñando el camino. Ese gesto, en sí mismo, hizo que la tropa  se levantara y la siguiera sumándose en el trayecto cientos de seguidores que hasta ese momento no tenían liderazgo y mucho menos esperanza. Y de esa gesta viene el crecimiento de la candidatura de Gina que se ha posicionado claramente, sin hacer campaña, como la segunda candidata preferida de los electores…y creciendo, cosa que no pueden decir sus adversarios, ni siquiera el que va primero en los sondeos, Adán Augusto López. Al tomar su protesta como candidata Gina hizo un discurso brillante, elevado, de estadista, que muchos querían escuchar desde hacía mucho tiempo: “Constato que la corrupción, la inseguridad, la falta de inversión, la ceguera y el arreglo fácil, han sumido al estado en uno de sus peores momentos A Tabasco le urge un cambio ordenado y trascendente”. Y lanzó varios y muy sustanciales mensajes a sus adversarios: en este equipo ni hay “Juanitas” ni hay tránsfugas. Hay políticos de esfuerzo, de convicción y de valores. Aquí estamos quienes tenemos lealtad, principios y convicciones, no conveniencias”. Y abandonó el discurso derrotista al mostrarse segura de que “con su capacidad y experiencia construida a lo largo de los años, harán de su candidatura un triunfo, y que quede claro y fuerte: Vamos a ganar”. Tal vez lo que llegó más a los cientos de seguidores concentrados a las puertas del IEPCT fue que “no tiene la sombra cómoda de un caudillo que la cobije ni el gracioso candor vacío que otorga la juventud”. Misil que lanzó a sus contrincantes con guante de seda. “Es tiempo de las mujeres como lo es ya en muchos lugares del mundo. Es tiempo de mujeres comprometidas, firmes, valientes y honestas que acompañemos el esfuerzo que los hombres han encabezado siempre”. Todos los que aspiran a gobernarnos quieren tener talento de gobernantes, pero son muchos los llamados y al parecer muy pocos los elegidos por los caprichosos dioses. Gina, con su exitosa manera de enfrentar el reto de la ganar la gubernatura y su discurso parece que reúne las condiciones necesarias. El porvenir se nos ha echado encima y no admite espera. Por eso todos están en campaña. En la campaña se trata de convencer a los que están indecisos, que son los que finalmente decidirán la elección con su voto útil. Gina tiene por derecho muchas posibilidades.

Por Antonio López de la Iglesia