Gobierno entrante: la izquierda y su relación con las élites económicas

Gobierno entrante: la izquierda y su relación con las élites económicas

*Fallado el intento de frenar la ola, vienen los acomodos

*Un momento incómodo, hasta ahora buenas señales

*La prueba de la realidad: de las palabras a los hechos

NO ES UN secreto. La cúpula empresarial del centro del país buscó evitar que un representante de la izquierda mexicana ganara las elecciones; reacción como parte de un resorte histórico: el viejo choque desde la derecha. Los empresarios medianos y pequeños no compraron el pleito; hizo que localmente los inversionistas mantuvieran una prudente distancia, sin dinamitar los puentes. Esto fue más evidente en Tabasco, donde Adán Augusto López no sólo dialogó permanentemente con los dirigentes del sector, sino que los integró a su proyecto.

Las élites económicas no ocultaron sus preferencias. Lucharon por evitar que se rompiera la continuidad neoliberal. Con su postura -que apareció en desplegados nacionales- quizás aumentaron el caudal de votos para Andrés Manuel López Obrador hasta proyectarlo más allá de su techo, que se estimaba en 38%. Con el 53% de los votos para AMLO, el arroz se cocinó con paella, según se dijo en las redes virtuales.

¿Qué sigue para el sexenio 2018-2024, en la relación AMLO/Morena- -Élites Económicas?

HISTORIA, INTERESES Y AGRAVIOS 

MORENA, en el poder federal, debe tejer una relación institucional vigorosa  con la clase empresarial y los banqueros de México. No basta la llamada “luna de miel”; es temporal e inestable. Existen diferencias visibles: las élites son reacias a los programas de apoyo a las clases sociales desprotegidas, los consideran un gasto. Prefieren a la derecha liberal, ilustrada (supuestamente) y devota del libre mercado. La productividad de su elección queda en entredicho: crecimientos nacionales de 1.8%, promedio, en 40 años.

El México de la competencia política real puede fecharse con la elección presidencial de 1988. La clase empresarial y financiera ha llevado colores de centro/derecha. Desde hace 30 años diferentes proyectos de gobierno hicieron de las directrices neoliberales un dogma económico inatacable. Los gobiernos federales del PRI (Salinas88, Zedillo94, Peña Nieto2012) y del PAN (Fox2000 y Calderón2006) siguieron al pie de la letra coordenadas macroeconómicas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Dominó, en ese período, la visión de un libre mercado arropado por la globalización, y un boom petrolero mal aprovechado. Los dimes y diretes de AMLO con la élite económica provienen de dos agravios históricos a la izquierda: el portazo electoral de 1988, con la “caída del sistema” que sepultó las aspiraciones del candidato del Frente Democrático Nacional (FDN), Cuauhtémoc Cárdenas, y la campaña del “peligro para México” que en 2006 torpedeó la candidatura de López Obrador, en su primer intento para portar la banda tricolor.

Hay historias que vienen de lejos. Ahora se irá del distanciamiento a la colaboración. Juego de estrategias.

¿Cuáles son los factores que perfilan la relación gobierno federal/Morena con las élites económicas? Hay tres vertientes de conexión: 1) la estabilidad cambiaria, 2) el ajuste pendiente del TLCAN, 3) los programas sociales para jóvenes, estrechamente relacionados con el combate al  desempleo y a la vulnerabilidad ante los delitos.

          

UN PESO EN EQUILIBRIO

EL GOBIERNO electo necesita la estabilidad cambiaria, cotización del peso frente al dólar, como requisito de la recuperación económica. Las señales enviadas en esta transición a los mercados son tranquilizadoras. Los actores sociales se han comportado a la altura en este primer mes; no aparecieron los llamados capitales golondrinos (inversión especulativa, no productiva). Las élites económicas observan un primer resultado positivo de un gobierno del cual dudaban. Por supuesto, esto apenas comienza. Será responsabilidad del equipo económico que encabezan Alfonso Romo y Gerardo Esquivel, mantener un equilibrio entre números macro y bienestar micro.           

TRATADOS Y RECUPERACIÓN COMERCIAL

OTRO pendiente de la agenda gobierno federal/élites económicas, es el ajuste del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). AMLO ha sido veloz y ya envió carta a Donald Trump para establecer una ruta de cooperación en 4 rubros: comercio, migración, desarrollo y seguridad. El momento mexicano es delicado, con gobierno en funciones y gobierno electo, de aquí al primero de diciembre. Por ello, esta carta de definiciones viene bien al contexto de las negociaciones y a lo que necesita la clase empresarial: un acuerdo equilibrado en corto tiempo, para saber a qué atenerse.

Entre lo más interesante, hasta ahora, en la relación Morena-Élites económicas, es la cálida recepción que tuvo el programa de apoyos sociales a 2.8 millones de jóvenes. Becas-trabajo en las que participará la iniciativa privada. Si se trata de trabajar y producir, nadie mejor que los jóvenes que padecen la epidemia del desempleo. Este programa, por sus números, resulta importante pero insuficiente: hay 25 millones de jóvenes en la economía informal. Este programa –bien ejecutado- puede crecer y convertirse en una palanca del desarrollo nacional, además de producir un efecto colateral: la pacificación del ambiente social de inseguridad, donde los jóvenes son carne de cañón. Las élites ¿quieren el bien del país?, es momento de demostrarlo.

AL MARGEN

DE CONCRETARSE la propuesta de la siembra en un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables en el país, estaremos ante un extraordinario detonador de empleo y riqueza.

( vmsamano@yahoo.com.mx)