Guerras sucias, y la Fiscalía Especializada de la PGR

Guerras sucias, y la Fiscalía Especializada de la PGR

 

La “guerra sucia” a todo lo que da. ¿Que tendrán las candidaturas, -que ni siquiera garantizan triunfo- que los aspirantes se dan con todo y no les importa destrozar famas y honras del contrario? Como estaba anunciado y era previsible, Evaristo puso toda “la carne en el asador” en Cárdenas, en contra de Adán Augusto para ver si le salía la jugada y así se hacía con la candidatura al gobierno del estado. La de Centro no le interesa porque sabe que esa elección la pierde y perder dos veces esa apuesta es vaciarse de argumentos para buscar otra cosa en el futuro. A Gerardo Gaudiano no cesan de golpearlo con verdades a medias y mentiras enteras y hay todo un “laboratorio” dedicado a bajar sus números envidiables en las encuestas. Como también se esperaba esta andanada de improperios solo ha conseguido que la popularidad del joven alcalde de Centro no solo se mantenga sino que aumente sin parar porque lo han hecho víctima y eso es muy rentable. También un servidor, que no compite en ninguna elección pero que tiene sus querencias como cualquier ser humano, está siendo objeto de amenazas y guerras sucias por parte de un tal Alberto Márquez Carrillo que desconozco si es una persona real o un “trol”. Todo porque he hecho público un recibo en el que se comprueba que un aspirante ingresaba una cantidad estratosférica de dinero cuando era diputado panista. En esas amenazas se incluye la buena fama de mi ex mujer y la de mi propio hijo y por supuesto al mía propia. Como es natural me veo obligado a denunciar estos hechos ante la Fiscalía Especializada en delitos contra los periodistas de la PGR, y veremos el recorrido que tiene esta denuncia. Dice el compañero Jacinto López, con toda la razón, que en estas guerras al final los políticos, por más enemigos que sean, se entienden pero que sus huestes son los que se meten en conflictos personales que nunca se resuelven y es muy cierto. Este tipo de situaciones son lamentables y no hacen nada más que ensuciar el concepto de Ser Humano y el de la fama de los políticos si es que se puede más. Pero en fin son gajes del oficio emocionante del periodismo.

Por Antonio López de la Iglesia