Historias del coronavirus: silencio, balcones, sentido de la vida y prioridades en el mundo

Problemas, vida y tiempo de vida: actividad febril, en pausa

“Quédate en casa”. En singular, no en plural, fue la petición de gobiernos europeos a ciudadanos por la pandemia del coronavirus. El tiempo en casa, cuarentena indefinida, provoca reflexiones sobre el sentido de la vida y el ritmo de la modernidad. El inesperado tiempo a la mano, raro en el ajetreo urbano, escarba en la conciencia individual: ¿qué hemos hecho con nuestra vida? Las prioridades al revés que provoca la pandemia, pues de preservar la vida se trata, arrojan luz al cúmulo de actividades secundarias que en la normalidad ocupan a la población. Lo social se quiebra con lógica irrefutable: sin individuos no hay sociedad.

Veamos historias del coronavirus, con la premisa de asomarnos a la vida y su  sentido. El fuego de la biología pone a prueba.

  

CONFINAMIENTO Y REFLEXIÓN

IMÁGENES elocuentes: sitios públicos sin visitantes, calles desiertas, aeropuertos vacíos, fábricas y escuelas cerradas. El mundo en pausa recupera pensamientos.

El tiempo detenido se convierte en reflexión, incluso si la consigna familiar es un maratón de Netflix. El ocio encerrado brinda sorpresas a la vida. Como en “La peste”, novela del francés Albert Camus, los individuos recuperan resquicios familiares y problemas pospuestos, sin poder eludirlos ya por el trabajo, la escuela o placeres/divertimentos. Crónicas de España consignan: “las personas se resetean (verbo informático para comenzar de nuevo), visualizan conflictos de vida y posibles soluciones al enfrentar la situación límite de confinamiento”.

Cada país es un estado de ánimo. En Italia, donde sólo permanecen abiertas farmacias y supermercados, la gente canta desde balcones y ventanas. Tenue alegría en la desolación. En España se difunden vídeos de “familias que conviven como en otros tiempos, algo que habían olvidado”. Las vacaciones forzosas no son para viajar. Hay turistas que no pueden retornar a sus países de origen, por cierre de fronteras. Los gobiernos se hacen cargo, aunque habrá problemas de recursos si la situación se prolonga.

En China, donde empezó todo, la situación llegó a un pico de crecimiento de casos y ahora el descenso es significativo: la mitad del promedio de Europa. Noticia esperanzadora, con una salvedad: la férrea disciplina oriental que China aplicó. Periodistas occidentales hablaron de violación a derechos humanos, sin detallar casos. China decretó confinamientos por emergencia viral, para proteger vidas. Corea aplicó medidas similares y también controló la situación. Es dilema con cálculo de riesgos y toma de decisiones en escenario de crisis.  

Estados Unidos, con Trump en modo súper héroe, minimizó la pandemia del Covid-19 y paga consecuencias con escalada de casos confirmados. De EEUU, que canceló viajes a Europa, pueden volar casos al norte mexicano.

ZOPILOTEAR EN PALACIO

EN TIEMPOS del “distanciamiento social”, medida de prevención contra el coronavirus, las actividades masivas del presidente López Obrador están bajo la lupa. Anunció ya la restricción de algunos encuentros públicos.

Lo que no quiere el Presidente es suspender las conferencias diarias, entre otras cosas porque –argumenta- “el distanciamiento social se respetaría”. Un metro, dos metros. No se deben ignorar los desplazamientos a que se verían sometidos los periodistas que cubren la fuente presidencial. Conforme avancen los días y se visualice -con casos confirmados- la dimensión del peligro Covid-19 en México, las decisiones gubernamentales podrían cambiar, incluso por razones de Estado ante la inestabilidad que surgiría si miembros prominentes del gabinete, o el Presidente, resultan contagiados.

Varios analistas apuntan y reprochan “la lentitud de reacción del gobierno de México, pues se pierden días preciosos para frenar el crecimiento de casos” (Héctor Aguilar Camín). El jefe de la campaña anti coronavirus en México, el subsecretario López Gatell, confía en su estrategia. Más nos vale.

Que se politice o partidice la crisis de salud preocupa, aunque es lo de menos.

Que crezca la pandemia, por errores de protocolo, es lo de más. El gobierno puede argumentar, con la razón de su lado, si maneja las fases de prevención 1 y 2 como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud, antes de que llegue la fase 3 (epidemia declarada). La cancelación de eventos masivos es la fase que sigue al cierre temporal de sitios trabajos y escuelas. Hay ingresos que se perderán, pero la salud es primero. El Presidente dijo que “aquí hablarán los especialistas, no los políticos”. Veremos. Mientras tanto, por una vez, el sentido de la vida aparece como tema en el confinamiento familiar. Bienvenido sea.

AL MARGEN

SE HUNDE el petróleo mexicano, difundieron ayer algunos medios al dar a conocer que el barril de crudo en el mercado internacional llegó a 18.78 dólares. Pero no es únicamente lo que exporta Pemex lo que sufre tan grave impacto en el mercado, es el petróleo de todos los países.  El freno de la economía china por el coronavirus; la guerra de precios entre Rusia, Arabia Saudita y Estados Unidos; el bajo crecimiento que ya se anunciaba, son alguno de los factores que afectan la cotización de esta materia prima. Será tema seguramente en la conmemoración de la Expropiación Petrolera, acto que encabezará el presidente López Obrador. Tiempos difíciles y de enormes retos.

(vmsamano@hotmail.com)