Humedales: la fotografía de Jaime Ávalos

En la presentación de esta colección, la también fotógrafa, Yolanda Andrade, puntualiza que Jaime ha desarrollado ya una mirada propia con mucha dedicación y persistencia

Conozco a Jaime Ávalos desde hace unos 15 años. Sé de su trabajo fotográfico porque tuve la suerte de recorrer junto a él una caravana de migrantes desde Tenosique a Coatzacoalcos, Veracruz, arriba del tren, lo que comúnmente se conoce como “La Bestia”.

Ahora lo encuentro en un libro bajo el título “Humedales”, donde expone con profesionalismo lo que bien sabe hacer: fotografiar la vida misma.

En la presentación de esta colección, la también fotógrafa, Yolanda Andrade, puntualiza que Jaime ha desarrollado ya una mirada propia con mucha dedicación y persistencia.

“En esta colección el artista visualiza la flora y la fauna. Los ríos, de los habitantes que viven en el medio de la vegetación, de la gastronomía regional que nace del entorno, de la vida y de la economía que se desarrolla como parte de la naturaleza extraordinaria y prodigiosa del estado de Tabasco”, detalla la artista.

El libro abre con la fotografía de un pequeño lagarto con su boca abierta, montado en un tronco, mientras su cola está ahogada en el agua de una laguna. Su reflejo es perfecto, simétrico, al igual que la luz.

Jaime Ávalos nos muestra a un par de pescadores en la laguna de Simón Sarlat, su navegación es casi en solitario en un manto que parece color azul.

El artista igual nos regala sombras, amaneceres, y la maravillosa reserva protegida de los pantanos de Centla. Entre sus aguas y su verde.

La vegetación no podría quedar fuera de la vista de este fotógrafo, urbano como algunos lo tienen catalogado.

En el cielo capta una bandada de pijijes, lo que denota libertad, silencio, sueños, aventura, emoción, soltura… hermandad.

Los jacintos y lirios acuáticos como alfombras tendidas en el agua, invitan a cerrar los ojos para sentir una tranquilidad que termina en esa paz que da la misma naturaleza.

Jaime en estos humedales busca más objetos con vida, como es el caracol, las mariposas, cigüeñas o las espátulas rosadas. Toda una diversidad.

No podían faltar las familias que viven en la zona. Quienes aprendieron los secretos de esta vida silvestre, y que navegan entre canales, manglares y pantanos, con sus rostros alegres pintados por los rayos del sol, y a veces mojados por la lluvia que corre por sus cuerpos como si ellos fueran ríos.

Ahí los jóvenes de la zona de los Bitzales también son retratados, lejos de toda tecnología, porque lo más importante es el contacto con la propia biodiversidad, la que les ha dado el don de la paciencia, como cuando se van de pesca para contribuir con el alimento diario de sus casas.

En esta colección se aprecia en una foto aérea la belleza de los animales que se trasportan de un lugar a otro porque ya viene la creciente, esa misma creciente que permite darles como regalo el famoso topén en el mes de octubre.

El artista con este libro igual nos da lecciones, instrucciones, clases de luz, sombras, composiciones. Nos inspira e inyecta vida con su experiencia a través de su cámara. “Humedales” encierra eso y más.

PARÉNTESIS

A partir de ayer miércoles inició el 'Festival Tabasco soy online', conformado por artistas del estado que desde su casa harán presentaciones, con la finalidad de entretener a los ciudadanos que se mantienen en aislamiento ante la pandemia del coronavirus. Hay varios esfuerzos en ese sentido y merecen reconocimiento. (kundera_w@hotmail.com)