“El olvido que seremos”, es una cinta colombiana que ganó el premio como Mejor película Iberoamericana en los Goya este año. 

El director Fernando Trueba lleva a la pantalla la historia que trata de un activista médico (Héctor Abad), quien en la época de Pablo Escobar, recriminaba y protestaba todo lo que sentía que estaba mal: como la miseria, la desigualdad, los homicidios y el no respeto a los derechos humanos entre otros problemas. 

El título lo tomaremos prestado por un momento, “El olvido que seremos”, para relacionarlo con la fecha que hoy se conmemora: “El Día Internacional de la Mujer”.  

Desde hace algunos años las mujeres dejaron el silencio. Abandonaron la postura de inclinar la cabeza y decidieron exigir sus derechos, sobre todo la igualdad de género. 

Es ir a la par con el hombre. Tener los mismos derechos. Es increíble que en pleno siglo XXI esta situación vaya lenta. La única ventaja es que ahora pasó a ser un tema público. 

Antes era trabajar a favor de las mujeres. Ahora el cambio es que ellas mismas están haciendo lo propio, sin descanso ni esperando que el hombre les diga cómo. 

Las cifras las dejaremos para otra ocasión. En esta entrega haremos lo correspondiente, reconocer su ejercicio y goce por la vida. Su pasión por sobresalir.  

Ya hace más de veinte años que las organizaciones de mujeres han venido legitimando la violencia basada en el género como un problema grave, creciente y de altos costos para los países y para las mujeres, de tal forma que ha presionado a nivel nacional e internacional para que forme parte de las agendas de los gobiernos y del debate político. 

En “El olvido que seremos” el personaje central igual lucha, busca la igualdad, alza la voz, protesta, hace marchas, hasta que le disparan y pierde la vida. Esa incomodidad para algunos no lo dejó en el olvido, al contrario, los colombianos le recuerdan. 

Las mujeres necesitan eso, no ser olvidadas. Es importante esta parte, sobre todo porque la violencia crece, y es urgente detenerla. México alude que los hombres son demasiado machistas, y ahí algunos especialistas encontraron esa salida, fácil, por cierto. 

Acerca de la alerta de violencia de género contra las mujeres, es necesario insistir en que no se quede como un recuerdo de lucha. Porque en efecto, su lucha por la equidad va más allá. 

Cualquier análisis que se haga sobre el tema será mínimo. Lo principal es iniciar desde cada hogar donde existen mujeres para darles el valor que se merecen. Añadir que las acciones de cada persona en favor de las mujeres es un antídoto esencial. 

Hoy que se celebra esta fecha de suma importancia, no significa del todo dar rosas o abrazos, es la práctica de no violentarlas más. De que no se queden en el olvido porque están exigiendo algo que todos merecemos: respeto e igualdad. 

PARÉNTESIS 

Interesantes las pláticas del maestro Salvador Alpuin desde la plataforma de la Universidad Acrópolis. Los temas versan sobre el teatro en todas sus modalidades, explicados desde un punto de vista de alguien que toda su vida estuvo ahí, en los escenarios. (kundera_w@hotmail.com)