INE: educación cívica
La educación cívica es un elemento clave en la formación del ser humano, que en nuestro país durante un largo tiempo
La educación cívica es un elemento clave en la formación del ser humano, que en nuestro país durante un largo tiempo, esencialmente hasta la década de los 70 del siglo pasado, formó parte importante del currículo de la educación básica, y a partir de ahí, comenzó a palidecer por omisión o tal vez, de manera deliberada para tratar de inhibir o debilitar el surgimiento del espíritu crítico en la ciudadanía, que ayuda a impulsar la actitud contestaria y de protesta de ésta al poder político, a la autoridad constituida.
Por ello y para procurar su vigorización, el Instituto Federal Electoral (IFE) desde su creación en 1990, tiene de acuerdo al Código Federal de Instituciones Políticas y Procesos Electorales, la tarea de “…coadyuvar a la difusión de la cultura democrática” y a partir de la vigencia de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la educación cívica como atribución concreta, que contribuye sustancialmente a la construcción de ciudadanía.
La Constitución de nuestro país, establece en su artículo 32, que la ciudadanía se alcanza cuando ocurren simultáneamente dos premisas: cumplir 18 años y tener un modo honesto de vivir, definido claramente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esta dimensión formal de ciudadanía es sólo punto de partida, a la que, en clave democrática, para su plenitud, es indispensable dotarla de contenido y agregar las dimensiones social, cultural y política, sin lo cual sería un cascarón.
La tarea pedagógica de la educación cívica corresponde al Estado Mexicano, en específico a las autoridades educativas públicas y privadas de nivel básico, es decir desde la educación inicial hasta el bachillerato, a la que coadyuvan tanto el INE como las instituciones electorales locales en diferentes medidas, por diversas razones.
Al respecto, una mirada panorámica a lo realizado por el IFE-INE, da una idea de su contribución al quehacer de la educación y la cultura cívica, para procurar ampliar y consolidar la cultura democrática.
Así, de 1991 al 2001, el IFE realizó en términos generales tareas de difusión y promoción sobre valores y prácticas democráticas, procedimientos electorales e historia de las instituciones políticas en México; dentro de lo que se contaba, por ejemplo, material didáctico referente a determinados juegos tradicionales como “Sopa de letras“, “Crucigrama”, “Ruta democrática”, “Lotería”, así como también una amplia labor editorial, mediante la elaboración y publicación de colecciones como “Conociendo la Democracia”, “Horizonte Ciudadano”, cuentos sobre derechos de la niñez y el “Árbol de Cuentos”, traducido a lenguas indígenas.
Durante ese lapso, fueron organizadas en 1997 las Elecciones Infantiles y se comenzó a impulsar conjuntamente con las Cámaras de Diputados y Senadores y la Secretaría de Educación Pública, la realización del Parlamento de las Niñas y los Niños de México, que tuvo lugar en 2002.
Lo que le siguió fue la instauración del Plan Trianual 2001-2003, ampliado hasta diciembre de 2004, que transcendió las anteriores acciones que ponían énfasis en la difusión de la cultura democrática, para adentrarse en tareas que ayudaran a la creación y el fortalecimiento de una nueva cultura democrática.
El Plan estaba basado en tres ejes: Programa de Información y Comunicación; Formación y Educación No Formal y Participación Ciudadana y Educación y Formación Ciudadana en el Espacio Escolar.
Este fue sustituido por el Programa Estratégico de Educación Cívica 2005-2010, que giraba entorno de 5 objetivos: consolidar el IFE como una institución que ayudara a la formación de ciudadanía; socializar los límites y alcances de la democracia; reforzar la investigación en torno a la construcción de ciudadanía y cultura democrática; generar conciencia, confianza y participación ciudadana y coadyuvar a la integración social y a la democratización de las relaciones Estado-sociedad.
Su continuación fue el Plan Nacional de Educación Cívica para el Desarrollo de la Cultura Política Democrática en México (ENEC) 2011-2015, ampliado hasta 2016, que estableció tres objetivos estratégicos desarrollados mediante cinco programas y 12 proyectos que llevaron a la realización del Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México.
Ahora, está vigente la Estrategia Nacional de Cultura Cívica (ENCCÍVICA) 2017-2023, de la que surgió el Informe país, 2020 presentado a finales del año pasado.

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