OPINIÓN

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02/04/2025

EL TRASTORNO DISOCIATIVO.

El trastorno disociativo es un trastorno mental en el cual una persona experimenta una desconexión o separación de su identidad, pensamientos, emociones, recuerdos o percepciones. Esta desconexión puede ser leve y temporal, o más severa y crónica, y puede afectar significativamente la vida diaria de la persona que lo experimenta.

Existen varios tipos de trastornos disociativos, siendo el más conocido, el más infrecuente, el trastorno de identidad disociativo, anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple. En este trastorno, una persona experimenta la presencia de dos o más identidades distintas o personalidades dentro de sí misma, las cuales pueden tomar el control de su comportamiento en momentos específicos. En la actualidad es casi nula la prevalencia de este trastorno dado que no se cumplen los criterios específicos como que la persona no debe tener ningún conocimiento de la existencia de las otras "personalidades". Por lo tanto, aquellos pacientes que abiertamente dicen tener y reconocer varias personalidades, descartan de facto este diagnóstico. De forma más común, ante estrés importante, los portadores de un Trastorno Disociativo, se desconectan de la realidad y cursan con amnesia parcial o total de los eventos.

El tratamiento del trastorno disociativo suele ser complejo y multidisciplinario, involucrando la combinación de terapia psicológica, medicamentos y apoyo social. La terapia psicológica, en particular la terapia cognitivo-conductual y la terapia de apoyo, son fundamentales en el tratamiento de este trastorno. Estas terapias ayudan a la persona a comprender y manejar sus síntomas, a identificar y procesar los traumas subyacentes que pueden estar contribuyendo al trastorno, y a desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.

Los medicamentos, como los antidepresivos y los estabilizadores del estado de ánimo, pueden ser recetados para tratar los síntomas asociados con el trastorno disociativo, como la depresión, la ansiedad y la disociación. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los medicamentos no tratan directamente el trastorno en sí, sino más bien los síntomas que lo acompañan.

Además de la terapia psicológica y los medicamentos, el apoyo social y el trabajo en red son componentes importantes en el tratamiento del trastorno disociativo. El apoyo de familiares, amigos, grupos de apoyo y profesionales de la salud mental puede ayudar a la persona a sentirse comprendida, aceptada y acompañada en su proceso de recuperación.

Es importante destacar que el tratamiento del trastorno disociativo puede ser largo y complejo, y que la recuperación puede ser un proceso gradual y desafiante. Sin embargo, con el apoyo adecuado y el compromiso con el tratamiento, muchas personas con trastorno disociativo pueden experimentar mejoras significativas en su calidad de vida y en su bienestar emocional.

(Psiquiatra/Paidopsiquiatra)





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