La evaluación y tratamiento de pacientes adolescentes con conducta suicida es un tema de vital importancia en la práctica clínica, ya que el suicidio es una de las principales causas de muerte en este grupo de edad. Es fundamental que los profesionales estén capacitados para identificar y abordar de manera adecuada a estos pacientes, con el objetivo de prevenir posibles suicidios y brindarles el apoyo necesario para superar sus dificultades emocionales.

La evaluación de un paciente adolescente con ideación suicida debe ser exhaustiva y multidimensional, teniendo en cuenta factores biológicos, psicológicos y sociales que puedan estar influyendo en su estado emocional. Es importante realizar una evaluación del riesgo, que incluya la exploración de pensamientos suicidas, planes concretos de autolesión, intentos previos de suicidio, historial familiar de suicidio, trastornos mentales comórbidos, abuso de sustancias, entre otros factores de riesgo.

Una vez realizada la evaluación inicial, es fundamental establecer un plan de tratamiento individualizado que aborde las necesidades específicas del paciente adolescente. El tratamiento puede incluir intervenciones psicoterapéuticas, farmacológicas y de apoyo familiar, con el objetivo de reducir la ideación suicida, mejorar la salud mental del paciente y prevenir posibles intentos de suicidio.

La terapia cognitivo-conductual es una de las intervenciones psicoterapéuticas más efectivas en el tratamiento de estos pacientes, ya que se centra en identificar y modificar los pensamientos negativos y las conductas autodestructivas que pueden estar contribuyendo al riesgo suicida. Además, la terapia familiar puede ser de gran ayuda en el proceso de recuperación del paciente, ya que involucra a los miembros de la familia en el tratamiento y promueve un ambiente de apoyo y comprensión.

En la mayoría de casos, puede ser necesario el uso de medicación para tratar trastornos mentales comórbidos, como la depresión o la ansiedad, que pueden estar contribuyendo a la ideación suicida del paciente adolescente. Es importante que la prescripción de medicamentos sea realizada por un profesional capacitado, que realice un seguimiento adecuado de la respuesta del paciente al tratamiento.

Además del tratamiento individualizado, es fundamental involucrar a la familia y a otros profesionales de la salud en el cuidado del paciente adolescente con conducta autodestructiva. La colaboración interdisciplinaria entre psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, pediatras y educadores es clave para brindar un apoyo integral al paciente y su familia, y garantizar una atención de calidad y continua a lo largo del proceso de recuperación. (Psiquiatra/paidopsiquiatra)