Inundaciones en Tabasco: acciones a corto y largo plazo; preparando nuevo proyecto

*Acude Javier May a coordinar los apoyos federales directos *Cuidar la próxima visita del Presidente; evitar conflictos

RESULTA por demás lógico que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya enviado a Javier May Rodríguez, su nuevo secretario de Bienestar, a coordinar las acciones y recursos de apoyo del gobierno federal a los afectados por las actuales inundaciones. Sobre todo en las zonas indígenas y campesinas, así como en las colonias populares. Como le comenté en una entrega anterior, AMLO tiene un compromiso histórico y personal con las regiones más pobres de la entidad.

Es cierto que la llegada de May Rodríguez a Tabasco, con la representación de AMLO, es vista con el infaltable ingrediente político por la sucesión local que será hasta el 2024, pero que algunos actores buscan adelantar en el acomodo de piezas para las votaciones intermedias del 2021.

Se comprende, porque además en estas tierras saturadas de agua lo que sucede en torno al poder político es parte de la ocupación cotidiana. No resulta casual que el mayor empleador –directo e indirecto- sea la administración pública federal, estatal y municipal, además de Pemex. Tabasco es uno de los estados con mayor número de burócratas por población, además de que desde la irrupción de Pemex se estableció la dolosamente llamada “industria de la reclamación”, aunque previamente ocurrió la industria de las afectaciones.

A esas afectaciones de Pemex siguieron los daños provocados por la industria eléctrica. Sin contar con lo que el ambientalista e investigador  José Luis Lezama denominó “proyectos externos impuestos desde el centro del país”.

Lo que importa ahora, le decía, más allá de los intereses individuales o de grupo, es la atención a los afectados y las medidas a corto, mediano y largo plazos para evitar multiplicar los daños.

UN CUARTO PLAN DE LA 4T

LE REFERÍA ayer que es inminente el anuncio de un cuarto plan contra inundaciones, ahora desde la perspectiva anti neoliberal o más bien desde la filosofía de un gobierno del bienestar, una de las definiciones de López Obrador a su propuesta política y social. Por eso anoté que resultaba lógico que fuera el titular de Bienestar, May Rodríguez, quien acudiera como “avanzada”, pero del Presidente que anunció una próxima visita a la entidad para supervisar la operación de “Peñitas”. Si observamos los sucesos recientes resultaría poco razonable exponer a AMLO a un reclamo entre pobladores justamente irritados, o también algunos premeditadamente azuzados. Son tiempos en que muchos intereses están afectados. 

Programada en un principio para la semana próxima, la visita presidencial podría ser en unos 15 días comentó ayer el gobernador Adán Augusto López. Es posible, y explicable, la necesidad de preparar el terreno a la presencia de AMLO.

Aunque las inundaciones no tienen como factor único la operación de las presas –otros municipios son afectados por ríos y lagunas, y su ubicación en zonas bajas-, sí es determinante para la situación que viven algunas comunidades de Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cunduacán, Centro, Huimanguillo y Cárdenas. Es precisamente ahí donde May Rodríguez, acompañado de la subsecretaria Ariadna Montiel y su equipo realizan las primeras visitas. También trascendió la preocupación de esa dependencia por el impacto que las inundaciones puedan tener en los cultivos de Sembrando Vida.

Previo a la llegada de la avanzada presidencial a Tabasco, AMLO tuvo una reunión de trabajo con los gobernadores López Hernández y Rutilio Escandón, de Chiapas; con la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Bautista; la directora de la Conagua, Blanca Jiménez Cisneros y el director del Centro Nacional de Control de Energía, Carlos Meléndez Román.

Seguramente en breve se anunciarán otras rondas de trabajo con los responsables de otras secretarías que tendrán a su cargo la revisión y reforzamiento de la infraestructura existente, así como la que necesariamente se construirá para regular el agua que baja a la planicie. Mencionemos que entre 2011-2012 fue presentado un proyecto para la construcción de una “presa de cambio de régimen” en la zona de San Manuel, en Huimanguillo, Tabasco. Se dijo que el embalse serviría para el control del flujo de agua procedente de Peñitas. Después nada se supo.

Inclusive se proyectaron dos presas más pero para generar electricidad que se ubicarían en Chiapas: la Chicoasén II, a 7 kilómetros de la actual Chicoasén, y de Alcalá, sobre el río Grijalva. La primera inició su construcción pero fue suspendida por problemas con las comunidades vecinas y ahora las empresas que ganaron la licitación en 2015, le reclaman a la CFE una indemnización de 200 millones de dólares; la segunda quedó en suspenso.

Todo indica que habrá un cuarto plan para disminuir el impacto de las inundaciones en Tabasco, que no evitarlas porque es imposible. Este cuarto proyecto ahora de la 4T (como se abrevia la Cuarta Transformación), debe contener no sólo previsiones de infraestructura sino un amplio andamiaje social de organización y atención a zonas marginadas, sobre todo a los asentamientos en áreas de alto riesgo. Por lo que no sólo se prevén reuniones del gabinete federal para construir y dar mantenimiento a las obras, sino para organizar lo que de manera simplificada podría denominarse el factor humano. ¿Serían los centros integradores una respuesta? Lo veremos.

AL MARGEN

TERMINÓ la espera en la división de ciencias sociales de la UJAT. La Junta de Gobierno designó a Felipa Nery Sánchez como nueva directora de esa unidad académica para el periodo del 08 de octubre de 2020 a 07 de octubre del 2024. Los otros dos integrantes de la terna fueron Juan Carlos Guzmán Ríos y Francisco José Pedrero. (vmsamano@hotmail.com)