Invisibles muertos registrados

La revista Nexos ha publicado en su sitio electrónico un conteo de las muertes registradas por covid-19 en Ciudad de México durante los meses de abril y mayo de este año.

La fuente son las actas de defunción emitidas por los juzgados públicos de la ciudad, las cuales consignan la causa de las muertes. Para este análisis, los autores revisaron 20 mil 900 actas de defunción en Ciudad de México: 8 mil 672 en abril y 12 mil 228 en mayo.

De las 20 mil 900 defunciones revisadas, una tercera parte fue registrada con covid-19 o con un término similar (“coronavirus” a secas, “covid”, o “SARS-COV2”).

Las muertes registradas en esos dos meses con esta categoría son 7 mil 198. Es una cifra considerablemente muy superior a las 3 mil 214 defunciones confirmadas el 2 de junio anterior por las autoridades. Es un subregistro enorme para una autoridad que tiene acceso pleno, sin obstáculos técnicos, a las actas de defunción de los juzgados.

Sobre las enredadas, laboriosas, e ingeniosas vías que hubo que tomar para llegar a estos datos oficiales dan una divertida, muy técnica explicación los autores del texto que glosamos aquí: Sarahí Aguilar y Moisés Arizpe. (“Las causas de muerte durante la pandemia en la CdMx”, https://bit.ly/2Y3yHJi).

Aparte de las muertes atribuidas directamente al covid-19 hay, en las actas de defunción oficiales, otras miles de muertes por “insuficiencias respiratorias”, “neumonía atípica” y “neumonía viral”.

Cuando los autores hacen la cuenta de estas defunciones y agregan las veces en que también se menciona el covid-19, como causa concurrente de esas muertes, la cifra de víctimas fatales sube a 8 mil 39, casi cuatro veces la cifra oficial reconocida por la autoridad a final de mayo, tres veces la que reconoce hoy.

Dije que estábamos frente a un subregistro de muertes. Pero no es un subregistro en realidad, sino un registro riguroso de defunciones, hecho en los juzgados, que no está siendo comunicado al público.

Los muertos de Ciudad de México reportados por la autoridad, hay que recalcarlo, son tres o cuatro veces menos de los que esa autoridad tiene registrados. Urge hacer visibles a los muertos registrados que la autoridad hace invisibles.