Jaime Lastra y Emilio Contreras: Un “Trabuco” de MORENA para la Cámara

No se trata de vagos, gremio que respeto personalmente muchísimo y que si no envidio es porque nunca he sabido envidiar

Terminaron las elecciones y finalmente el voto popular puso a cada quien en su lugar, aunque hay una resistencia muy evidente de un cierto grupo de personas que parece vivir en campaña electoral permanente y no deja de vivir en un mundo inexistente. En estos días han predominado determinadas noticias que casi, -solo casi- han opacado la inmensa cantidad de cosas buenas que están ocurriendo en el estado y que de boca del gobernador, Adán Augusto López, conocemos cotidianamente. Estamos hablando de asuntos de una dimensión verdaderamente histórica, como el avance de las obras de la refinería de Dos Bocas o el fulgurante camino del Tren Maya que cada día que pasa eleva las expectativas. Y con ser fundamentales estas dos acciones para el futuro del estado no podemos olvidar que existe el empeño del gobernador, Adán Augusto López, y del movimiento de la 4T que él encabeza en Tabasco, para lograr la aniquilación de una de las lacras más tóxicas que hemos padecido en Tabasco durante décadas y que ha lastrado el desarrollo de nuestra tierra históricamente: La corrupción. Hay que pararse a observar como los diputados locales que se han hecho con el liderazgo del futuro grupo de MORENA son Jaime Lastra y Emilio Contreras que son dos personas profundamente ligadas al gobernador y de su más absoluta confianza por lo que podemos pensar que después de la primera legislatura de mayoría morenista pero que se encontraba muy verde, hoy tenemos una cámara parlamentaria de primer nivel y que ahora se va a encargar de hacer el trabajo fino. El hecho de que Lastra sea el más que probable líder de la legislatura y del Congreso, y Contreras del grupo del partido vino tinto hace una pinza muy poderosa que se encargará del entramado legal que se necesita para enfrentar con éxito a la corrupción y a los equipos jurídicos que la defienden. Asistimos a  una serie de cambios revolucionarios en el estado que vienen de la mano de AMLO y que está aplicando nuestro gobernador López Hernández. Y no es adulación fácil, sino simple y llanamente constatar la realidad de lo que ocurre y que es verdaderamente importante. No se puede decir que se haya acabado la pandemia pero si podemos afirmar que es cosa de unos cuantos meses que termine y eso es ya un triunfo. Por eso es la hora de avanzar y de ver claramente que el porvenir es promisorio y que ya ha asomado la cabeza. Ayudemos a parir el futuro y no permitamos que nada, ni nadie, nos pongan piedras en el camino. Todo lo que venga de la refinería, y otras inversiones, trae consigo empleos de buena calidad, que respeta los derechos laborales internacionalmente reconocidos y que en apenas un par de años nos situaran en los primeros puestos del desarrollo de México. Los que no quieren, o no saben, transformar su vida laboral en productiva se quedarán irremediablemente en el ostracismo social. Los que prefieran seguir medrando desde cargos públicos, más temprano que tarde, se darán cuenta de que las cosas ya no son, ni serán, como eran. Estamos hartos de que Tabasco sea un estado de famélicos que trabajan y tienen que solicitar ayuda para llegar exhaustos a fin de mes. No se trata de vagos, gremio que respeto personalmente muchísimo y que si no envidio es porque nunca he sabido envidiar, son personas que se inflan de trabajar viendo cómo los que engordan son otros.