Juicio a los expresidentes y la pregunta de AMLO

Más de 2 millones 500 mil firmas fueron entregadas al Senado de la República para cumplir el requisito de ley que permita realizar consulta pública sobre el juicio a expresidentes

Más de 2 millones 500 mil firmas fueron entregadas al Senado de la República para cumplir el requisito de ley que permita realizar una consulta pública sobre el juicio a cinco expresidentes de la República. También antes de que venciera el plazo, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador envió una petición similar a los legisladores quienes deberán seguir el trámite ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que decidirá si procede o no.

La carta solicitud del presidente López Obrador consta de 16 puntos en donde argumenta por qué es necesaria esta consulta popular que, de aprobarse, podría realizarse en junio de 2021 durante la jornada de las elecciones intermedias para diputados federales.

El documento incluye la pregunta que se haría en la consulta propuesta por AMLO: “¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes con apego a las leyes y procedimientos aplicables investiguen y en su caso sancionen la presunta comisión de delitos por parte de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, antes, durante y después de sus respectivas gestiones?”

López Obrador insistió en que él votaría en contra de no someter a los expresidentes a dicho proceso, porque quiere ver hacia adelante. Sin embargo argumentó que respetará cualquiera que sea el resultado de la consulta. Sostuvo que las autoridades judiciales contarán con un respaldo “enorme” de solicitarse el enjuiciamiento.

Reiteró su señalamiento que cada uno de los expresidentes –desde Salina de Gortari hasta Peña Nieto-  fueron por ser partícipes del “modelo neoliberal” responsable de distintas “calamidades” en el país: agudizar la desigualdad, cobrar centenares de vidas de personas, desapariciones, la descomposición social, deterioro de los sistemas públicos de salud y educación, devastación de las empresas de energía, entrega del petróleo, etcétera.

De Salinas de Gortari, “el padre del neoliberalismo en México”, apuntó que no sólo llegó a la Presidencia mediante un fraude electoral, sino que durante su administración crecieron las diferencias económicas y sociales. Citó que al inicio de ese gobierno la revista Forbes solo reconocía a una familia como la más rica de México y al final, ya había 24 mexicanos, “beneficiados con empresas, minas y bancos que antes eran propiedad de los mexicanos”.

Señaló a Ernesto Zedillo como privatizador de la red ferroviaria y responsable del rescate bancario por medio del Fobaproa, con un costo para la Nación de hasta 2 billones de pesos que no terminará de pagarse hasta el año 2070.

De Vicente Fox mencionó el fraude electoral de 2006. Citó las palabras del guanajuatense quien se sostuvo que “era importante detener a López Obrador” y “se jactó de haber cargado los dardos del proceso electoral” a favor de su correligionario Felipe Calderón.

A éste último lo culpa de una mala estrategia de seguridad que resultó en miles de muertos. También anotó que: “A la luz del enjuiciamiento de (Genaro) García Luna, la actitud de Calderón solo puede explicarse como fruto de una extremada irresponsabilidad o complicidad activa o pasiva con la delincuencia organizada”.

Para el caso de Peña Nieto, las recientes declaraciones de Emilio Lozoya lo involucran en el uso del dinero presuntamente provino de la firma brasileña Odebrecht en su campaña electoral en 2012, así como los sobornos a legisladores del PAN para aprobar la reforma energética y la compra fraudulenta de Agronitrogenados.

Argumentó López Obrador: “La consulta solicitada tiene el propósito legal de llevar un asunto de interés general y trascendencia nacional, y posibilitar en su caso juicios apegados a derecho y respetuosos del debido proceso”.

Por lo pronto, el tema ya está en el debate público y la petición en manos de los magistrados de la SCJN; la pelota está en su cancha y serán juzgados por lo que decidan.

POSTDATA

La falta de disciplina tiene sus consecuencias y alarga el regreso a la normalidad. El gobernador Adán Augusto López informó ayer que Tabasco seguirá dos semanas más en color naranja del semáforo epidemiológico. Aunque la curva de contagios sigue a la baja no podemos arriesgarnos. Y es que en la recientes fechas patrias, a pesar del llamado que hizo el propio mandatario a evitar festejos y reuniones familiares, hubo un segmento que se ha empeñado en mostrar su falta de solidaridad. Ni siquiera los delegados municipales estuvieron mínimamente pendientes de que sus vecinos atendieran el reclamo gubernamental y de salud.

Dijo el mandatario en hospitalización se ha mantenido la cifra entre 204 y los 220, por lo que se inició un proceso de desconversión paulatina; pero los contagios más recientes se han dado en el núcleo familiar. Señaló: Hay que actuar con responsabilidad; el pasado 15 de septiembre hubo fiestas donde incluso se contrataron conjuntos musicales y no se debe cantar victoria.