La agonía del PAN. 

Tres veces negó Pedro a Cristo. ¿Cuántas veces negara el PAN a Genaro García Luna? Casi no le alcanzó al apóstol la penitencia de toda una vida para expiar su culpa

Tres veces negó Pedro a Cristo. ¿Cuántas veces negara el PAN a Genaro García Luna? Casi no le alcanzó al apóstol la penitencia de toda una vida para expiar su culpa. ¿Le alcanzarán al PAN los pocos meses que faltan para que inicie la campaña por la presidencia para corregir el rumbo? 

No lo creo.  

Que, el llamado “súper policía” fuera o no militante de ese partido, es hoy por hoy, algo totalmente irrelevante.  

Lo único que importa es que ese hombre, declarado culpable de trabajar para el narcotráfico, fue pieza clave de los dos gobiernos panistas.  

Lo trascendente es que Genaro García Luna recibió el apoyo y fue depositario de la confianza, no solo de Vicente Fox y de Felipe Calderón, sino de los gabinetes legales y ampliados de ambos, de las y los diputados y senadores que los acompañaron durante sus sexenios, de las y los dirigentes del partido, de muchas y muchos de sus, hoy, más destacados militantes. 

La explicación que hay que dar al país, al casi millón de víctimas de la matanza, es:  ¿por qué pusieron los panistas a ese hombre a cargo de asuntos cada vez más sensibles?

¿Por qué le entregaron la conducción de su cruzada; le abrieron todas las puertas, le pusieron en posesión de todos los secretos; se entregaron así -y entregaron al país- al enemigo al que decían combatir? 

¿Eran todas y todos ellos necios, ciegos y sordos?  

¿Eran -para citar a Diego Fernández de Cevallos uno de sus próceres- simplemente idiotas?  

¿Eran ineptos? ¿Incautos? ¿Cómplices? 

  

¿Cuándo dejaran de engañar a la gente y de engañarse?  

¿Cuándo asumirán como partido y como individuos una posición honesta y responsable?  

¿Cuándo explicarán a la Nación por qué confiaron o, peor todavía, por qué fueron cómplices de ese hombre qué,  antes de que se le dicte condena medita a quién, a quiénes, de entre las y los muchos que lo encumbraron, habrá de entregar a la justicia estadounidense?  

¿Tienen miedo?  

¿Creen las y los panistas que la que es idiota, ingenua e inconsciente es la gente? 

¿Qué pueden manipularla como antes lo hacían? 

¿Qué se creen sus cuentos y mentiras? 

¿Qué bastan las majaderías, la violencia verbal y la soberbia de los líderes de opinión que la sirven? 

¿Las campañas sucias, la acción perniciosa de los bots y los fanáticos en las redes? 

Fueron el PAN y Fox en el año 2000 la esperanza; 17 millones de personas votaron por ese partido y ese hombre que prometieron “sacar a patadas al PRI de Los Pinos”.  

Mintieron el bufón y su organización política. A cambio de una participación en el saqueo y de una promesa de continuidad dinastíca, le entregaron al tricolor, el manejo de la hacienda pública y de la seguridad. 

En ese paquete llegó García Luna a quien, Alejandro Gertz Manero, secretario de Seguridad entonces, demandó penalmente. Fox y el PAN no solo lo cubrieron; lo catapultaron en el escalafón. 

La información de inteligencia que poseía lo volvió pieza clave para el PAN y para Calderón en el fraude del 2006 y lo volvieron a ascender y, el usurpador y él se fueron del brazo, a postrarse ante Washington.  

Tres veces le advirtieron -el presidente del PAN Manuel Espino, el subsecretario de defensa General Tomas Ángeles Dahuare y el comisario de la Policía Federal javier herrera valles- a Calderón que García Luna estaba ligado al narco; el PAN lo supo. Nada hicieron -salvo cubrirlo de alabanzas y condecorar a sus cómplices- ni el “presidente” ni su partido. 

¿Tendrá esto que ver con la fortuna de más de 700 millones de dólares amasada, entre moches, sobornos y contratos por García Luna? 

¿Compró con ese dinero, el silencio y la confianza de Fox, de Calderón, del PAN, de sus legisladores, funcionarios y dirigentes? 

¿Convirtió al partido en la base política de su organización criminal? 

Herido de muerte por sus propios yerros, el PAN agoniza. De nada sirve a su dirigencia actuar como el moribundo que, rijoso y desesperado, increpa a la parca que viene por él.   

@epigmenioibarra