La ciencia y la tecnología, herramientas para el desarrollo y creación de riqueza

Suman 602 los integrantes del Sistema Estatal de Investigadores; Aprender del modelo asiático: valorar las ciencias cualitativas; El otro PIB:

LA CLAVE para el despegue de naciones como India y China, que venían de un sistema de colonización salvaje y un atraso ancestral, fue el desarrollo de su capacidad y calidad de trabajo. Lo mismo sucedió en la Unión Soviética, e inclusive en Cuba, en los primeros años de un modelo exitoso de movilidad social. México es también un ejemplo de cómo, en las primeras décadas de la post-Revolución, la educación pública fue una herramienta integradora y de cambio.

Ayer fueron entregados en Villahermosa, Tabasco, los nombramientos a 602 integrantes del Sistema Estatal de Investigadores (SEI), un evento que se realiza año con año y que –según se informó- este año tuvo un crecimiento significativo; del total referido, 291 son mujeres y 311 hombres; 310 cuentan con doctorado, 230 con maestría y 62 con licenciatura.

A nivel de toda la República el año pasado se conoció una nómina de más de 28 mil integrantes del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). En 1990, el total nacional era de sólo seis mil. Cierto que el registro no refleja la totalidad de los científicos, técnicos, investigadores, creadores de conocimiento; mención aparte para los divulgadores del saber.

Me detengo en este tema porque, como decía líneas arriba, el llamado subdesarrollo ha sido remontado por aquellos países que le apostaron a la educación, a la ciencia, a la tecnología y a la cultura.

El nuevo gobierno federal ha expresado su compromiso con la educación en todos sus niveles, particularmente en la formación técnica y profesional para atender los retos de la salud, la tecnología y la seguridad.

IMPULSAR UN CÍRCULO VIRTUOSO

 RECIENTEMENTE tuve oportunidad de conversar con el doctor Firdaus Jhabvala para una entrevista publicada en Presente. Me comentaba cómo la India enfrentó los retos de la marginación y la devastación colonial. Sostuvo: “Apostó (el nuevo gobierno) al talento de los hindúes y creó cuatro institutos para el desarrollo tecnológico, y puso como condición que sólo los más aptos iban a poder entrar en estas instituciones. Ahí se formaron los futuros ingenieros de la India; con los pocos recursos que se tenían, los mandó a trabajar a las empresas del Estado: petroquímicas, cementeras, aceros, ferrocarriles, eléctricas y otras áreas  básicas. También hizo que los trabajadores de esas áreas se capacitaran en los cuatro tecnológicos”. 

Recuerda que “con el tiempo las instituciones ganaron renombre internacional. Las grandes empresas contrataron a los egresados, a muchos se los llevaron a trabajar a Alemania y otros países. Se abrieron las puertas de la India para la tecnología mundial, ya que esos trabajadores regresaban al país y ponían sus propias empresas”. Algo similar sucedió en China y en la mayoría de los países asiáticos. 

Coincidimos en que se requieren estímulos virtuosos y no estímulos viciosos, para desatar las extraordinarias potencialidades de nuestro pueblo. El régimen de López Obrador se propuso el establecimiento de cien nuevas universidades en todo el país, al tiempo que ordenó una revisión del uso eficiente de los recursos destinados a las instituciones de educación básica, media y superior. Se debe entender, señaló Firdaus, la importancia de las ciencias cualitativas; evitar además la burocratización y la reproducción de la desigualdad también en esta materia.

UN CAPITAL DURADERO

DURANTE la entrega de los reconocimientos a los científicos e investigadores tabasqueños en el SEIT –que no están todos los que son, pero esperemos que sí sean todos los que están-, el titular del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Tabasco (CCYTET), Miguel Chávez Lomelí, señaló que “uno de los proyectos prioritarios” del Plan Estatal de Desarrollo es “consolidar el capital intelectual y en el rubro de ciencia, tecnología”.

A quienes son integrados en el Sistema Estatal de Investigadores les entregan un nombramiento, que es el que verdaderamente vale; hay un pequeño y más bien simbólico estímulo económico. El objetivo fundamental debe ser reconocer, promover e impulsar las tareas de investigación, como lo señaló Víctor Ramos Ávila, subsecretario de Planeación y Evaluación. Se subrayó ahí algo que ha sido un discurso reiterado pero que ahora debe concretarse si atendemos al compromiso de una verdadera transformación: que la creación y aplicación del conocimiento se vincule a la resolución de los problemas de la sociedad, de las comunidades, y no sea visto –como en el llamado modelo neoliberal-, como una actividad de lucro particular. 

Requerimos investigadores y científicos que no vivan en la precariedad. ¿Por qué no usar los recursos del petróleo para sembrar un capital duradero con sentido social?

AL MARGEN

DURANTE la entrega de nombramientos a los integrantes de SEIT fue presentado el libro “La Biodiversidad en Tabasco”, coordinado por David Jesús Palma López, investigador del Colegio de Posgraduados, Campus Tabasco. Es una obra que ha pasado por tantos obstáculos que ilustran la compleja ruta del conocimiento. Estaba prevista su publicación desde hace varios años, pero sólo fue posible hasta ahora.

ES UN HECHO que las grandes instituciones financieras miran ahora hacia el sur-sureste. Ayer estuvieron en la entidad representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) quienes se reunieron con el gobernador Adán Augusto López. El atractivo es que un tabasqueño esté en la Presidencia y, sobre todo, la anunciada bonanza petrolera. Son oportunidades cuando se aprovechan.

(vmsamano@hotmail.com)