La encuesta de Morena y otros partidos; se abre camino la participación femenina
Las reglas del juego para las encuestas de Morena, también se determinó que al proceso entren una mujer y cinco hombres
*Sheinbaum compite con cinco varones; ¿el género importa?
*La paridad avanza de alcaldías, gubernaturas y gabinetes
*Rosario Ibarra, Patricia Mercado, Marichuy Patricio, Josefina…
CONFIRMADAS las reglas del juego para las encuestas de Morena, también se determinó que al proceso entren una mujer y cinco hombres, habiéndose agregado de última hora a los aliados de la coalición, de los partidos del Trabajo y Verde. Hasta donde se sabe, ninguno de estos últimos institutos realizó consulta alguna para colocar en el sondeo a Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, respectivamente. No es un tema de género, se dice, porque esta cuestión no ha llegado al nivel de la disputa presidencial.
Como usted sabe, los criterios de paridad tuvieron que aplicarse vía mandato legal en las alcaldías y gubernaturas. Fue tal la resistencia que aparecieron las llamadas “Juanitas”, para referirse despectivamente a la simulación de los partidos y sus tribus para hacer como que cumplían la cuota de género. Colocaban a las esposas, madres, hermanas o alguna mujer de confianza para cumplir con la formalidad legal, pero no con el fondo.
El tema de género aún aplica a las candidaturas a la Presidencia, como le mencionaba. Ha ido de la periferia hacia el centro: comenzó en las alcaldías y diputaciones locales, para llegar a las gubernaturas en donde es sólo un cargo en disputa pero se regula desde la asignación de candidaturas. Por ejemplo: el año próximo serán nueve gubernaturas y los partidos están obligados a postular 50 por ciento de cada género, y en este caso cuatro varones y cinco mujeres.
Se entiende que la decisión de en dónde (en cuál entidad) se asigna hombre o mujer corresponde al partido. En Tabasco, para el caso de las alcaldías, las autoridades electorales sí son mucho más específicas porque ordenan a los partidos la distribución con base en bloque de mayor votación, media y menor, entre otros factores.
HACIA LA MODERNIDAD
NO DEJÓ de llamar la atención la estampa de la más reciente asamblea de Morena en la Ciudad de México: con los brazos alzados y teniendo como fondo el mensaje “Vamos a ganar”, nueve personajes sonrientes celebran los acuerdos. Son siete varones y una mujer: Mario Delgado, dirigente nacional; Alfonso Durazo, presidente del consejo partidista; Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, aspirantes de Morena; Velazco y Fernández, aspirantes del PVEM y PT. La única mujer: Claudia Sheinbaum, quien ayer anunció su decisión de solicitar licencia definitiva al cargo de gobernadora de la capital del país, para inscribirse en la encuesta.
Es cierto que antes ya compitieron por la Presidencia algunas damas, aunque en notoria desventaja, ya sea porque sus partidos eran marginales o porque en sus institutos tuvieron que enfrentar la resistencia de los varones casi siempre en la dirigencia partidista. En el primer caso está el de Rosario Ibarra, la legendaria activista por la presentación de los desaparecidos, quien en 1988 fue por primera vez abanderada del Partido Revolucionario de los Trabajadores; y el de Patricia Mercado, quien fue candidata del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina en 2006. Antes, Mercado había fundado y dirigido el Partido México Posible (2002-2003).
En el Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota compitió internamente contra dos varones y fue candidata presidencial en el 2012, quedando en tercer sitio de la votación. No tuvo apoyo de un sector de la estructura del panismo.
Margarita Zavala intentó seguir los pasos de Vázquez Mota y buscó la candidatura del PAN para las elecciones del 2018, no lo consiguió y renunció a su partido para registrarse como abanderada independiente; aunque obtuvo el registro se retiró de la contienda.
En el PRI ha prevalecido la cuota varonil, en las candidaturas a la Presidencia. Recuerdo el intento de Ivonne Ortega para los comicios del 2018, posición que le fue entregada a José Antonio Meade; buscó luego la dirigencia de su partido, al que terminó renunciando en 2019.
SOCIEDAD Y NORMALIDAD
UN CASO muy emblemático es el de otra mujer aspirante a la Presidencia: María de Jesús Patricio Martínez (Marichuy), propuesta por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Buscó su registro como candidata independiente para los comicios del 2018; movilizó a un sector de la sociedad, pero no logró reunir los requisitos y sus promotores denunciaron obstáculos.
Desde su fundación Morena se comprometió con abrir espacios a las mujeres. El propio Andrés Manuel López Obrador incorporó en carteras del gabinete tradicionalmente “reservadas” a varones a dos damas: en Gobernación a la ex ministro Olga Sánchez Cordero y en la Secretaría de Seguridad a la periodista Rosa Icela Rodríguez.
Es posible que para las elecciones del 2030 ya veamos una “acción afirmativa” para la Presidencia en la que por lo menos en la búsqueda de la candidatura los partidos estén obligados a la paridad de propuestas. Como sea, todos los institutos políticos deberán adecuarse a las circunstancias de la participación femenina.
AL MARGEN
SIN DUDA que las acciones integrales para el abasto de agua potable detalladas ayer por la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, no es sólo puede calificarse como “la obra del trienio”, sino de varios más. La inversión de casi mil millones de pesos para la Planta Potabilizadora Carrizal II, Plataforma de Captación y Acueducto Usumacinta, me parece que no hubiera sido posible sin una propuesta coherente ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien según se sabe ha mostrado una amplia disposición para mejorar la calidad de vida en Villahermosa, sus poblados y rancherías. Habrá oportunidad de referirnos a este ambicioso plan de trabajo presentado en un acto encabezado por el gobernador Carlos Merino y el director de Conagua, Germán Martínez Santoyo. (vmsamano@hotmail.com)