La Fe ciega en los políticos: Una nueva religión

La Fe ciega en los políticos: Una nueva religión

La Fe ciega en los políticos: Una nueva religión

Excepto entre los panistas, en la militancia de los partidos políticos siempre ha estado de moda ser ateo, agnóstico o, cuando menos, laicos aparentes que reclaman la separación iglesia-estado cada dos horas y media. Sin embargo en lo cotidiano de los institutos políticos se practica una suerte de religión a lo bestia, sustituyendo a Dios por el candidato, e incluyendo la creencia en muchos dogmas, y entre otros el de la resurrección. Y no digamos de la Fe que se define de la siguiente manera: “La palabra Fe proviene del latín fides, que significa tanto fidelidad o como fe. Es el asentamiento a un hecho, confianza en el dicho o el hecho de una persona, aseveración de las cualidades de esta. Dicho en otras palabras la Fe es la creencia o confianza que se tiene en una persona, religión o institución, sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia. Y a todos nos vienen a la cabeza los comportamientos de varios líderes políticos que manejan con sus seguidores actitudes muy cercanas a creerse como si fueran Dios, y les exigen Fe, aunque sus acólitos no ven en qué consisten sus promesas, ni lo necesitan porque su Fe es ciega. No confían en lo que propone o asevera el líder. Tienen Fe en El líder y con eso es suficiente. Se ha anulado por completo la capacidad de cuestionar los dichos o los hechos y se ha sustituido por la  religión, la adoración a quien suponen que tiene la llave para arreglar todo lo que está descompuesto en una nación o incluso en su propia vida personal, incluyendo un “hueso” para roer. Vivimos en un país, y en un estado como el nuestro, Tabasco, donde la mayoría desdeña los datos y cree a ciegas en las opiniones. Si nuestro líder pretende que nos traguemos el camelo de que los más ricos van a pagar más si el gana las elecciones, el timo sigue dando derechos de autor, aunque no los cobre nadie. Y ahora, en vísperas electorales, no podemos tener la fiesta en paz porque siguen apareciendo golfos nuevos que se unen impetuosamente a los antiguos mesías. Menudos ateos están hechos en los partidos políticos.

Por Antonio López de la Iglesia