¿Y de ahí?

Confianza y denuncia contra el delito y la impunidad


¿Cárteles o bandas locales? A una asociación de personas que tienen el fin de delinquir popularmente se les dice "crimen organizado", una forma de expresión que parece englobar conductas que en la ley se distinguen como delincuencia organizada o asociación delictuosa y que, a pesar de sus similitudes, son diferentes entre sí. Tan diferentes que, en razón de que la conducta sea una u otra, estos delitos son competencia de autoridades federales o estatales.

Lo que tienen en común es que basta que tres personas estén involucradas para que se considere una organización delictiva. No es el número de integrantes lo que define si hay delincuencia organizada o asociación delictuosa, sino el tipo de delito.

La ley federal contra la delincuencia organizada señala que cuando tres o más personas se organicen para cometer de manera permanente o reiterada delitos como terrorismo, trata de personas, secuestro, corrupción niñas, niños y adolescentes, pornografía y otros, estamos ante delincuencia organizada. En tanto, el Código Penal para el Estado de Tabasco señala que hay asociación delictuosa cuando tres o más personas se asocien para delinquir. En ambos casos, además de las penas por los delitos que se les prueben, los responsables son sancionados por haber participado en este tipo de organizaciones criminales.

En el caso de la venta de estupefacientes, según se dé la conducta, puede ser competencia de las entidades federativas o del gobierno federal. Es competencia estatal el narcomenudeo, que se distingue por la cantidad de la droga en cuestión, su tipo, y de que no haya indicios de delincuencia organizada. Por el contrario, cuando se trafica o comercia ciertos estupefacientes y cantidades, se considera delincuencia organizada se por sí.

La implementación del operativo Tabasco Seguro, con más de 2 mil 500 elementos la semana pasada rindió resultados inmediatos con una serie de aseguramientos que sorprendieron a la sociedad tabasqueña. Entre las decenas de vehículos asegurados se encuentran al menos dos patrullas "clonadas", muchos otros vehículos con reporte de robo y blindados, así como paquetes con drogas diversas.

Hasta el momento, la narrativa tanto de las autoridades estatales como federales ha sostenido que en Tabasco no operan cárteles, que son bandas locales. Se niega que pertenezcan a alguno de los grandes cárteles que azotan el territorio nacional. No obstante, como hemos visto, que estos grupos delictivos sean delincuencia organizada no depende del nombre que usen para autodenominarse, ni de los apellidos de sus integrantes, sino de la actividad delictiva que cometan.

Así pues, con base en la evidencia y los datos que logren incorporarse en las investigaciones, las autoridades tendrán que deslindar responsabilidades sobre cuántos y quiénes son quienes integran estos grupos, si por la frecuencia y tipo de sus actividades serían responsables de delincuencia organizada o si son asociaciones delictuosas. En ello resulta fundamenta la cooperación que han tenido las autoridades de los tres niveles de gobierno en el llamado operativo Tabasco Seguro.

Tras los hechos violentos que generaron incertidumbre en las últimas semanas de diciembre, los rumores y los hechos del arranque de este año, solo con acciones contundentes es como se podrá dar a la ciudadanía la certeza de que la delincuencia efectivamente se está combatiendo. En un contexto de efervescencia política por el pleno desarrollo del proceso electoral en marcha, las garantías de seguridad son fundamentales.

Vista la capacidad que las bandas locales han llegado a tener, según lo que hasta ahora se ha visto como resultado de los operativos, no resulta del todo infundado que los ciudadanos tengan cierto temor de denunciar las conductas ilícitas o al menos sospechosas que pueden llegar a observar en su entorno. Sin embargo, es necesario que las autoridades se ganen la confianza de la ciudadanía para denunciar, aunque sea de forma anónima, a fin de evitar que estas organizaciones continúen creciendo en poder e influencia gracias al miedo que generan. Para que la seguridad funcione, tiene que haber un voto de confianza recíproco que se debe refrendar con resultados y mantener con una política de cero tolerancia a la impunidad.