La matanza de Las Vegas y la sociedad más armada del mundo

La matanza de Las Vegas y la sociedad más armada del mundo

Una cifra a veces dice más que mil palabras. La de los asesinatos masivos por arma de fuego en Estados Unidos es una de ellas.

Contados a partir de 2013 hasta el 2 de octubre pasado, en mil 735 días se habían registrado en Estados Unidos mil 516 “mass shootings”: tiroteos en que mueren más de cuatro personas.

Es decir, durante los últimos cuatro años, en nueve de cada 10 días se registró en Estados Unidos un tiroteo donde murieron cuatro o más personas, pero no el tirador.

Según una investigación de las universidades de Harvard y Northeastern, difundida por The Guardian, los estadunidenses tienen 265 millones de armas como propiedad personal. En promedio, más de un arma por cada adulto (http://bit.ly/2cSVNN4).

Pero los promedios no describen bien la situación porque, en realidad, solo tiene armas como propiedad personal un 22 por ciento de los ciudadanos estadunidenses. En 1994, era un 25 por ciento, de modo que el porcentaje de ciudadanos con armas ha disminuido. Creció en cambio, en 70 millones, el número total de armas en manos de ciudadanos.

Alucinante es el hecho de que, del total de 265 millones de armas que hay hoy en posesión de individuos en Estados Unidos, 133 millones están en manos de solo 3 por ciento de la población.

Es decir que hay un sector muy pequeño de la población estadunidense, unos 100 mil individuos, armados hasta los dientes, con 17 armas en promedio cada uno.

Todo esto sucede, paradójicamente, en un contexto de descenso pronunciado de las tasas de homicidios y violencia en el país.

Una tendencia sorpresiva dentro del fenómeno es que las mujeres tienden a comprar más armas que antes. Las guía en lo fundamental un propósito de autodefensa, es decir, el miedo.

La posesión masiva de armas es la condición necesaria de las matanzas cotidianas que registra ese país. La matanza de Las Vegas fue solo una expresión apocalíptica de la sangría cotidiana.

La reflexión final parece sencilla. En todas las sociedades hay porcentajes irreductibles de ira, frustración, delincuencia y locura. Si los miembros de cualquier sociedad tienen armas a la mano, habrá más asesinatos masivos que si no.