La mirada al cristal
La historia lo condujo a la posición de estadista en la que está desde hace 3 años por su inquebrantable necedad y terquedad
Exactos 3 años se ajustarán este 1 de diciembre de que Andrés Manuel López Obrador protestara al cargo de Presidente de los Estados Unidos mexicanos, instaurando aquel 2018 el régimen de la Cuarta Transformación, que según los datos de la reforma política de 2014 le quedarán también 2 años y 10 meses por discurrir de su mandato al 30 de septiembre de 2024. Una administración pública que en su singularidad transita por una marcada la controversia entre los los claros y oscuros.
Una disruptiva gestión de gobierno que, entre los 126 millones de mexicanos, para los suyos corresponde con lo comprometido en la ruta hacia un estadio de bienestar; mientras que para los adversos sus decisiones como depositario del Poder Ejecutivo han sido lo contrario, con la mirada en el espejo retrovisor.
La polarización acentuada por un personaje que arribó a Palacio Nacional luego de 30 años de ser oposición, en su tercera compaña presidencial apuntalada por la coyuntura de un hartazgo hacia su antecesor, 8 de cada 10 le repudiaron a Enrique Peña Nieto en el ocaso con un “mal humor” reflejado en las urnas.
El tope salarial para funcionarios públicos, la Guardia Nacional, el aeropuerto “Felipe Ángeles, la refinería de “Dos Bocas”, el “Tren Maya”, la extinción de fideicomisos, guarderías y algunos de los organismos autónomos, la iniciativa de reforma energética, desencuentros con colectivos sociales y empresariado, y ahora la evocación de mandato, confrontando igual al INE, han sido de los temas más álgidos que para bien y para mal le han marcado.
La historia lo condujo a la posición de estadista en la que está desde hace 3 años por su inquebrantable necedad y terquedad, y la misma historia habrá de juzgarle una vez que ceda la banda presidencial, evidentemente en sus tiempos y circunstancias.
Medido en el muestreo de las encuestas de opinión pública, la figura del Jefe del Estado promedia los 65 puntos porcentuales, incluido el tracking del día a día por parte de Consulta Mitofsky que en el caso específico de la tabasqueña tierra y agua originaria el 88.8 por ciento, casi 9 de cada 10 electores del paisano, lo respaldan como cuando optaron por su propuesta en las elecciones del 1 de julio del 2018.
Por lo contrario, el estado que guarda el ejercicio del Gobierno Federal en su dimensión social está por debajo de la calificación a su investidura. Los positivos y negativos en ámbitos tan sensibles como economía, inseguridad pública, salud, educación, y la corrupción, que condensados en el desarrollo social experimentan un evidente contraste entre los parámetros positivos y negativos.
Las mismas encuestas muestreadas son también reveladoras cuando se trata de la opinión aprobatoria entre la que tienen las gubernaturas y las alcaldías de Cuarta Transformación, distante respecto del Presidente de México. En sus palabras, no son iguales, el rasero no miente entre el vox populi.
Claudia Sheinbaum, el principal proyecto de origen ya no lo es tanto cuando la Ciudad de México que gobierna en definitiva más del 55 por ciento se pronuncia por negarle el voto en las urnas para 2024, y hay que sumarle el saldo de la elección intermedia de 2021, el bloque opositor le ganó 9 de las 16 alcaldías, entre estas Cuauhtémoc en la que asienta el epicentro político del país, donde se toman las decisiones de Estado. Aún más, siempre ha está por debajo de Marcelo Ebrard, marcado en su caso por la desgracia en “Línea Dorada” del Metro que igual le tiene en el declive.
Con la pandemia por el coronavirus casi aplanada luego de 20 meses y 75 millones 577 mil 084 mexicanos vacunados, 63 millones 690 mil 510 de ellos con las dos dosis, el Presidente de México tendrá otra vez la ocasión para convocar a las masas a la plancha del zócalo, al pie de Palacio nacional. Será un reencuentro este 1 de diciembre con sus fieles aliados, aunque con las medidas sanitarias.
Bitácora
México, Estados Unidos y Canadá revalidó la unión comercial en la cumbre de Jefes de Estado, sumando a la Unión Europea para enfrentar a China ¿podrán?