La nube AMLO

La nube AMLO

Nos quejamos del mediocre crecimiento  promedio de 2 por ciento de la economía mexicana en los últimos años, pero si la reforma fiscal de Trump y la terminación del Nafta traen lo que prometen (reducción de ingresos fiscales y de inversiones, desvinculación preferencial con el mercado estadunidense, fin del espacio global llamado Nafta), estaremos hablando muy pronto de recesión, devaluación, inflación y crecimientos cero.

Se diría que estamos en la necesidad de un ajuste de las finanzas públicas, una corrección seria de déficits y dispendios, y un discurso público que explique la dificultad del trance y prepare a la ciudadanía para la tormenta.

Pero es año de elecciones presidenciales y esas respuestas difíciles se antojan imposibles. Asumirlas ahora, cuando hacen falta y harían bien, sería para el gobierno un suicidio político. Lo que se puede esperar, por el contrario, es la fiesta de gasto de cada seis años.

Creo recordar que el Banco de México midió que en año de elecciones el dinero en efectivo que hay en la economía crece 1% del PIB.

Las nubes externas de la tormenta son más graves que nuestro nubarrón interno. Pero el resultado de las elecciones de julio puede ser la cereza en el pastel si añade a los nubarrones de afuera, la nube de adentro: la nube de AMLO.

En caso de ganar, las ideas económicas que privan en el proyecto de AMLO terminarán de ahuyentar la inversión y la confianza que  no se hayan llevado la reforma fiscal de Trump y la crisis del Nafta.

Pienso en las ideas de AMLO de construir refinerías, y en sus ideas de desinversión neta, como cancelar el nuevo aeropuerto, donde se han invertido ya 3 o 4 mil millones de dólares; o someter a consulta la reforma energética, en cuyas licitaciones se han comprometido unos 80 mil.

¿Cuáles son las probabilidades de que López Obrador gane la Presidencia? Muy altas. Un reciente y refinado sitio de evaluación de encuestas, Oraculus, dice que si hoy fueran las elecciones, las probabilidades de que ganara AMLO son de 99 por ciento. Le siguen Ricardo Anaya con 0.7 por ciento y José Antonio Meade, con 0.4 por ciento.

En las nubes externas de la tormenta que se cierne sobre México, apenas podemos meter la mano. En la nube de adentro, sí, pero lo que dicen las cifras es que queremos convocarla.