La pandemia, AMLO y sus críticos

Ahora resulta que las oposiciones políticas, mediáticas y empresariales del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)

Ahora resulta que las oposiciones políticas, mediáticas y empresariales del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se han convertido en los grandes expertos sobre el COVIT-19 y sus consecuencias en la salud y en la economía de los mexicanos.

Su diarrea verbal acerca del virus más contagioso que se conozca en el mundo (aunque no tan letal), de sus fases y efectos sanitarios, solo muestra su interés de poner en duda la versión oficial para crear confusión e incertidumbre. De igual forma lanzan sus venenosos dardos en torno al comportamiento esperado de la crisis económica en el país por el confinamiento social para contener la dispersión comunitaria del COVIT-19.

Todos los “infectados” por el neoliberalismo han encontrado en el COVIT-19 una rica veta para atacar a AMLO, incluso aquellos que presumen de un alto nivel intelectual le dirigen sus obuses sin escrúpulo alguno para sacar raja política o presionar al gobierno federal para que modifique sus decisiones políticas y su trato hacia los medios de comunicación y sus amanuenses.

Como defensores de los intereses creados omiten en sus análisis el hecho de que la supremacía del mercado y su globalización debilitó a los gobiernos y Estados nacionales a tal magnitud que las deficiencias en los servicios de salud son notoriamente alarmantes en el combate al COVIT-19 en países con un nivel de desarrollo mayor al nuestro.

Y lo peor es que el individualismo egoísta que orienta la filosofía neoliberal obstaculiza la coordinación de todos los Estados nacionales para ofrecer una solución global a un problema global que, por su magnitud, podría ser la gota que derramen el vaso de agua del fracaso neoliberal.

Está por verse si la promesa de hacer un “frente común” de los líderes del Grupo de 20 países industrializados y emergentes (G20) de inyectar 5 billones de dólares a la economía global para contrarrestar los impactos de la pandemia del Covid-19, se hace realidad y ofrece buenos resultados. O bien se sigue la política de “sálvese el que pueda”, donde los países más desarrollados, en el contexto del sistema capitalista, siempre se aprovechan de las crisis para servirse con la cuchara grande. 

El COVIT-19, sin duda pondrá a prueba a todos los gobernantes de los Estados nacionales de acuerdo con su actuación frente a la contingencia sanitaria y a la crisis económica. Pero lo más importante es que también pone a prueba al propio sistema capitalista o, al menos, a su versión neoliberal.

El neoliberalismo prácticamente desmanteló al Estado mexicano con un presupuesto total de tan solo 6 billones de pesos, lo que representa 23 puntos del PIB. “Este nivel de gasto es propio de países de África Subsahariana, no de un miembro de la OCDE como es México. En promedio, en Latinoamérica los presupuestos de los Estados son 22% más grandes. México tiene, en cambio, un Estado menor que el de El Salvador, Kenya y Zimbabwe. España, para ponerlo en perspectiva, tiene un Estado 78% mayor que el mexicano” (Viridiana Ríos, El País, 26/03/2020).

Ante un fenómeno tan sorpresivo y destructivo es difícil tener todas las respuestas adecuadas y oportunas, máxime si se involucran cuestiones políticas como las del gobernador de Jalisco que, con su beligerante apresuramiento, endeuda a su estado por más de 5 mil millones de pesos para combatir el COBIT-19, o las infaustas declaraciones del gobernador de Puebla asegurando que los pobres son inmunes a esta enfermedad. 

A pesar de que el representante de la Organización Mundial de la Salud en México, Cristian Morales, asegura que vamos "un paso adelante" contra el COVID-19 en relación con otros países europeos, al hacer el esfuerzo para que la curva de infección "sea más plana durante un periodo más largo", las críticas contra AMLO no amainan y hasta el más mínimo movimiento de cejas, sus amuletos o el saludo a la mamá del “Chapo” Guzmán son cuestionados brutalmente.

Es tan patético observar cómo algunos críticos supuran odio visceral en una situación tan grave como la pandemia que seguro va a afectar a miles de mexicanos en su salud y en su economía.

Igual cuestionan la estrategia del gobierno federal que trata de evitar que se colapsen los servicios de salud y, consecuentemente, reducir el número de fallecimientos, como la que intenta, al mismo tiempo, que la crisis económica afecte lo menos posible al país y a las innumerables familias que viven al día.

La vulnerabilidad de AMLO es evidente y eso lo saben sus críticos que preparan el arsenal de sus invectivas para desacreditar con saña cada una de las decisiones que se están tomando para salir lo mejor librados del COBIT-19. Tan es así que ya hay quienes le cargan los muertitos ya sea por la infección o por el hambre que puede ocasionar el confinamiento.

Realmente están molestos los opositores políticos, empresariales y mediáticos con el gobierno de AMLO, porque está cumpliendo sus compromisos de campaña con el combate a la corrupción y a los privilegios públicos y privados y con sus programas sociales, entre otros. 

Lo que no atinan a pensar estos críticos consuetudinarios es que AMLO puede salir fortalecido de este trance histórico, en la medida en que los especialistas económicos, incluso los defensores del neoliberalismo están en línea con sus ideas al considerar la ruta keynesiana para reducir, a través de la demanda efectiva, los efectos de la crisis económica mundial.

Así las cosas, observamos que AMLO se adelantó al COVIT-19, debido a que la construcción de la 4T solo se entiende a través del fortalecimiento del Estado social y democrático de derecho, cuyo principal objetivo es promover la igualdad y el bienestar de la población.