La revolución silenciosa en México

En nuestro país se desarrolla una revolución silenciosa que podría calificar de egoísta

Desde que Morena, al mando de Andrés Manuel López Obrador, alcanzó el poder en México, no hay día en que algo pueda resultar aceptable para sus adversarios. Cosa contraria sucede con la población y algunos otros sectores que de forma alguna aceptan estar recibiendo beneficios de las políticas públicas que este movimiento instrumenta.

Y si no veamos, reflexionando en el título de la columna de Salvador Camarena: “La Iglesia, gigante que despierta” publicada en las páginas digitales de La nación 321. Se me hace algo exagerad:, la iglesia es una institución de las más activas no solo en el país, se le olvida que es un Estado dentro de otro Estado, con cientos de miles de centros de difusión de su doctrina, con la movilización de sus activos diariamente no solo en templos. Lo hace por igual en hospitales, centros educativos, a la puerta de los hogares, cárceles y centros penitenciarios, orfanatos; en instituciones financieras y otras más que le dejan generosas utilidades, con un ejército de mano de obra gratuita disponible.

Pensar, como bien señala, que -el gigante- está dormido es un absurdo. Si sumara el número de ermitas, parroquias, e iglesias diseminadas en todo el territorio nacional, por el número de servicios y entradas que le generan cada hora, más las donaciones y otras entradas que obtiene por actividades propias con el personal que depende directamente de su administración, no son siquiera para pensar que es un ente dormido.       

La iglesia al igual que cualquier otro Estado. Sostiene relaciones de interés con los demás Estados para el ejercicio de sus actividades y, dentro de esos intereses debemos ubicar sus pronunciamientos, ya que este lo hace como institución, no es producto de la espontaneidad de alguien que se ha visto agraviado, reclama de un derecho y solicita la intervención del Estado para que actúe conforme sus responsabilidades.

Desde que se supo de la muerte de dos jesuitas y un guía de turistas, las autoridades en voz del jefe del Estado Mexicano, se hicieron el compromiso de hacer una investigación para el esclarecimiento de los hechos y dar con los responsables del criminal acto. En cosas de días ya se tenían las primeras respuestas; como también, se supo que el culpable de estas acciones era una persona que contaba con orden de aprensión y gozaba de libertad de movilidad en un estado gobernado por el PAN.   

En política nada es casual. En nuestro país se libra una revolución silenciosa entre conservadores y populistas llamémosle así, quienes han perdido el poder y quienes lo ostentan, quienes hacen uso del poder y quienes con ansias locas desean recuperarlo. Por ello organizan toda una estrategia de querer confrontar al Estado con la Iglesia (otro Estado), así que iniciar la campaña nacional de “oraciones” en la estela de luz que fue uno de los mayores robos descarados a las arcas del país, no es mera coincidencia. El nuevo gobierno mexicano ha dado muestras de estar trabajando para la inmensa mayoría del pueblo, y esto es algo que aunque no lo manifiesten públicamente los empresarios tendrán que reconocer que se ha visto beneficiando con las políticas económicas de este gobierno, y que mantienen la estabilidad del peso mexicano frente a la divisa verde, lo que le ha redituado grande beneficios en sus compromisos en moneda extranjera.     

Así que todo cuanto se diga y haga no está desligado de los intereses políticos de los protagonistas de esta revolución silenciosa en marcha