OPINIÓN

La Venta, ciudad pionera (2)
06/06/2025

Entre historia y modernidad: cuna de símbolos y legado olmeca en América

En la etapa de conformación de la Nueva España, La Venta fue el primer lugar en América donde se plantó la naranja. Hoy, México es el cuarto productor mundial de esta fruta.  

Un milenio antes de la llegada de los españoles, el sitio, cuyo nombre original dado por sus fundadores olmecas es desconocido, así como su gentilicio, fue testigo de la construcción de la pirámide más antigua conocida en América, situada en medio de un conjunto urbanístico cuya traza hoy lamentamos que se destruyera debido a la explotación petrolera. Los esfuerzos modernizadores, impulsados por la ambición, no siempre preservan el legado de generaciones pasadas, ni lo rescatan ni lo homenajean. Esta situación debe servir como lección para los habitantes de Tabasco.

La antigua ciudad de La Venta fue pionera en la creación de símbolos. Julieta Campos, en su ensayo Bajo el signo de Ix Bolon, comenta que "es en el Monumento 19 de La Venta donde aparece, por vez primera, una imagen que habrá de tener larga vida en Mesoamérica: una serpiente erguida e inclinada hacia adelante, sin cerrar el círculo, que envuelve casi la figura de un hombre y ostenta plumas sobre las órbitas". Se trata de Quetzalcóatl.

Otro símbolo es el signo movimiento, que, de acuerdo con el profesor Rodolfo Lara Lagunas, actualmente resulta complicado de apreciar en la cabeza de la escultura representativa de un hombre en el Altar 4, debido al desgaste sufrido por el monumento. Este símbolo fue adoptado por culturas como la mexica para representar la dualidad y la lucha entre contrarios.

Durante el Festival Olmeca, Feliciano Wong Ortiz, presidente del Centro de Difusión y Rescate de la Cultura Olmeca, afirmó que las cabezas colosales son distintivas de esta cultura y que también se encuentran ejemplos en Veracruz. En Tabasco, los mosaicos de serpentina de La Venta son únicos y no se hallan en ningún otro lugar. Anteriormente, estos mosaicos eran considerados como una representación de una máscara de jaguar.

Lara Lagunas sostiene que el mosaico refleja la cosmovisión olmeca, influencia en culturas mesoamericanas posteriores. Para el profesor, los bloques de serpentina simbolizan maíces y veneran a la deidad del maíz, basándose en comparaciones con estelas olmecas de otras regiones. Para más información, recomiendo leer Simbología Olmeca: el legado, escrito junto con la doctora Lily Romero.




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