LA UNIVERSIDAD A DEBATE

La Historia va

En el mundo de las redes sociales y el "empleo seguro", las humanidades están en franca desventaja. Puesto que es más útil, en apariencia, resolver el "haber" y "deber" de una hoja de trabajo contable, o hacer viral una publicación sin rigor metodológico, que precisar las dinámicas de cambio consustanciales del nuevo paradigma social.

El alegato de la "viabilidad" en el rubro de las humanidades siempre debe entenderse como un juicio simplista, cercano al pensamiento mercantil y las posturas administrativas de libre mercado, que tienen como "meta" una plaza heredada o una licenciatura con vista al reemplazo generacional jubilatorio. La oferta vs demanda, así como las mediciones de ranking, se inscriben en la lógica del estudio ahora pensando en la remuneración del mañana, una de las tantas variables que han desdeñado el principio de vocación y proyecto de vida para la elección de una carrera universitaria.

Hace algunos meses, por no decir años, comenzó la sabida intención de las autoridades de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco de examinar, pensar y valorar "lo que se necesita para la viabilidad" de la Licenciatura en Historia. El juicio y análisis primero le corresponde a la comunidad que está inmersa en ello, es decir docentes y alumnos; estos, a través de los mecanismo instituidos para sí, deben propiciar la reorganización de los objetivos, visión, misión y malla curricular de la licenciatura, llegando a conclusiones que permitan hacer eficientes los recursos humanos con los que se cuentan a fin de acrecentar la matrícula (tema que es el jaque de los administrativos universitarios, quienes olvidan, muchas de las veces, la naturaleza de una universidad pública, donde el presupuesto asignado es una inversión que debe de propiciar la calidad por encima de la cantidad de sus egresados).

En segunda instancia, deben participar en ese debate, los egresados de la licenciatura, pues ellos pueden, a través de sus experiencias profesionales y laborales, contribuir con ideas y propuestas, a fin de hacer más atractiva y acorde al tiempo que se vive la Licenciatura en Historia.

Fundamentado en la segunda instancia, pienso que dado el dinamismo del conocimiento histórico en el que estamos, es decir, vivimos en una nueva reinterpretación del pasado, haciendo una revisión crítica del mismo. La Licenciatura en Historia de la UJAT, debe replantearse bajo qué lógicas y encuadres metodológicos se imparten las materias que existen en la currícula actual, ya que la Malla Curricular del Plan 2018 aspira a "preparar profesionales que respondan a las expectativas de los nuevos escenarios y retos de su ejercicio profesional en el marco de las tendencias mundiales"; preparación que a juzgar por las solicitudes de los aspirantes, es poco "atractiva", para quienes egresan de los estudios medios superiores.

UN MODELO HÍBRIDO

Por ello creo que es tiempo para pensar en una licenciatura con un modelo híbrido, con materias presenciales y a distancia, que permita a jóvenes y adultos cursar estudios de licenciatura sin tener que desplazarse diariamente. Las materias de historia en el campo de formación sustantiva profesional, fundamentos teóricos y generales, deberían tener una reformulación didáctica para una enseñanza ágil, ya sea en módulos de asignaturas tradicionales, lo mismo que en formato de talleres o diplomados (tanto para alumnos como para el público en general), utilizando el auxilio tecnológico del que goza la Universidad. Pienso que se pueden producir cápsulas para contenidos de períodos históricos; revisión de bibliografía y autores por medio de videos animados; podcasts de lecturas y debates sugeridos, etcétera. Es decir, la tecnología incorporada a la enseñanza del conocimiento histórico.

Para el área de formación general con saberes integrales, se deben robustecer las materias con técnicas narrativas, cursos paralelos de lectura, seminarios de autores fundamentales para la comprensión histórica, análisis de textos, tanto en español como en una segunda lengua. Incorporar un taller de lengua originaria para acrecentar el interés por la investigación de nuestro pasado, desde su propia cosmovisión. Así como, materias que conformen el manejo de voz y expresión corporal, quien sepa de historia, también debe saber comunicar el conocimiento histórico, no sólo desde un formato escrito, sino visual y auditivo.

Desde la transversalidad hay que recurrir al modelo flexible de enseñanza, se necesita que tanto en historia como en comunicación haya un diálogo, así con otras ciencias, ya que es evidente la falta de contenido histórico en muchos de los campos disciplinares; tal como la carencia de recursos divulgativos y tecnológicos de quienes estudian historia.

La formación integral profesional, debería de dividirse en salidas diversas, pienso en la investigación, pero también en la administración de archivos históricos, de usos y organización de bibliotecas, de contenido histórico para la divulgación, turismo y gestión histórica. La Licenciatura en Historia tiene un potencial enorme, frente a las nuevas normativas y disposiciones legales de archivos, bibliotecas, turismo, artesanías y patrimonio cultural. Hoy más que nunca hay un interés creciente por la zona sur de México, gracias a los proyectos federales podrá impulsarse el conocimiento histórico, por ello es importante que esta licenciatura entienda la oportunidad de consolidación.

Solamente así, comprendiendo su valía se dejarán de lado las argumentaciones simplistas, ya que la pertinencia del conocimiento histórico es fundamental para el entendimiento humano, pues permite mirar desde el presente al futuro, con el estudio del pasado, dándoles identidad a quienes habitan una región espacial, social y simbólica; propiciando con ello su conocimiento, y de ahí cobra sentido su legado como comunidad, sea esta universitaria o no. Las condiciones son propicias para iniciar una nueva etapa de la profesionalización del conocimiento histórico en Tabasco, por eso creo que la historia hoy va.