Las dificultades que presenta cualquier tipo de reparto: No hay herencia sin desavenencia

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Las dificultades que presenta cualquier tipo de reparto: No hay herencia sin desavenencia

Quedan seis meses mal contados para que lleguen las elecciones, que afortunadamente son inevitables, y en Tabasco seguimos imbuidos en la carnicería de las candidaturas. Especialmente las de la gubernatura: Las finales más previsibles, que son las de Gina Trujillo (PRI), Gerardo Gaudiano (PRD) y Adán Augusto López (MORENA) están recibiendo todo tipo de “fuegos”: De amigos y enemigos, huérfanos de la nómina y vividores de ella, de cercanos y resentidos, de ignorantes ociosos y de payasos de la política. Estas elecciones son fundamentales para marcar el futuro próximo de nuestro estado y estamos entrampando a las generaciones venideras, que nos llamarán degenerados si esto no se asienta y trascurre por cauces democráticos. Para algunos de nosotros fue una hazaña sobrevivir, pero para los que los que son adolescentes ahora, va a ser una epopeya imposible. Por eso están cansados y ofendidos. Su penúltima esperanza, siempre engañosa, es que el/la que llegue, te engañe menos que las anteriores. Pero la batalla por las alcaldías, regidurías, diputaciones locales, federales y senado no son menos cruentas. La sangre política corre por nuestras calles con el evidente riesgo de resbalar y caerse de toda la sociedad choca. Un conocido me aseguraba que “la política ya se sabe que no es una actividad limpia”, justificando así todo tipo de argucias sucias que hoy se emplean para descalificar al adversario en el mejor de los escenarios y para destruir su honra y la de su familia en el más común. Todo con el objetivo de que siga robando su rata para poder acceder a las migajas que deja caer en el camino. Una buena capa de honorabilidad todo lo tapa, pero surge alguien, de pronto, que tira de la capa y descubre que el encapuchado la usaba para encubrir sus más íntimos productos fisiológicos. Han convertido a los periodistas en redactores de nota roja, que es un buen camino para aprender el oficio, pero no debe ser obligatorio. Por otra parte unos nuevos golfos, más o menos egregios, aparecerán mañana en las televisiones, en las emisoras de radio y en las portadas de los periódicos escritos, que son donde más duran, porque los papeles, como los sueldos, son recortables. Quizá no haya mucho donde elegir, pero hay que preguntarse dónde los escogen los que  deciden en la sombra. La charca es extensa y bastante honda, pero todo lo que pescan no tiene por qué salirles rana. O quizá están fuera de su alcance. El reparto, sea de lo que sea, siempre ocasiona dificultades. No hay herencia sin desavenencia, incluso cuando lo que se heredan son males gananciales.