Las notables habilidades de Gerardo Gaudiano

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Las notables habilidades de Gerardo Gaudiano

El esperado informe de labores de Gerardo Gaudiano había causado gran expectación porque de alguna manera se podría intuir la decisión que el joven alcalde habría tomado respecto de su futuro político. El árbol político que no deja ver el bosque del trabajo realizado al frente del ayuntamiento y que, a pesar de haber contado con grandes inconvenientes, de todo tipo, -en forma anulación de la primera elección y después de palos colocados por sus adversarios en las ruedas de la carreta municipal-, ha sido fructífero y ha marcado una nueva visión de la responsabilidad de un alcalde. No sobra decir que Gaudiano cumplió con su palabra de trasladar su oficina a la calle y todos los días de su mandato recorrió colonias y rancherías escuchando las necesidades, comprometiéndose a cumplir con los vecinos y regresando después con la solución a los problemas que le habían planteado. No se conoce tan intensa actividad de ninguno de sus predecesores, más aficionados a la silla y al escritorio y que por no ponerse al teléfono de los ciudadanos, para escuchar sus demandas o reclamos,  casi decían que no deseaban ponerse al teléfono, porque se les había roto un jarrón, que acababan de pegarlo y lo estaban apretando con las dos manos. Gaudiano afrontó las críticas con serenidad democrática, de frente y en la calle, lo que además de pundonor demuestra valentía del alcalde. Sus relaciones y experiencia en moverse en los pasillos de la cámara de diputados y en las oficinas de las secretarías de estado, le han permitido traerse muchos millones de pesos adicionales a los del presupuesto original, en obras y programas que hoy ya se están viendo en acciones concretas. Rápidamente ha sabido aterrizar los recursos y aplicarlos. No se conoce en la historia del municipio tal habilidad en conseguir dinero extra y los que le precedieron se limitaron a administrar lo que tenían, sin tratar de sumar a las arcas de Centro más dinero del que se les concedía por ley. Y respecto al lado político del informe de labores, en Tabasco, donde evidentemente el número de pícaros es muy superior al de místicos, ambas partes desean que se acabe la intriga. Que gane el que gane, pero que su victoria llegue cuanto antes. Por lo menos a tiempo de no cantar derrota.

Por Antonio López de la Iglesia