López Obrador: ni juicios sumarios ni exoneraciones

López Obrador: ni juicios sumarios ni exoneraciones

Entre los variados e importantes asuntos que ayer trató el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de prensa en Villahermosa, quisiera detenerme en un tema que por su cercanía y características puede resultar escandaloso: sobre si se reprobará la cuenta pública del ex gobernador Arturo Núñez y sobre si el mandatario federal avala o no un juicio legal sobre las presuntas irregularidades financieras.

De inmediato, a raíz de lo que comentó AMLO, en las redes y en los mentideros de la política se comenzó a comentar que el Presidente ya había “perdonado” a Núñez Jiménez; que quienes esperan una condena se quedarán con las ganas. Me parece que nada es más alejado de la realidad. Pero para que el lector se forme un juicio propio, en esta ocasión me permito retomar íntegramente lo que respondió frente al cuestionamiento.

López Obrador apuntó: “La postura que nosotros tenemos, la di a conocer desde el primero de diciembre que tomé posición de la Presidencia. Hablé de que no era mi fuerte la venganza, que lo que teníamos que procurar era acabar con la corrupción, no permitir la corrupción; y la justicia es castigar a quienes cometen un ilícito, pero también la justicia es prevenir el que se cometan ilícitos”.

Abundó: “Y yo en este caso considero que lo más importante es poner un punto final a todo este periodo desastroso de política neoliberal, porque a lo mejor no alcanzarían las cárceles, juzgados, y no nos ayudaría a regenerar la vida pública. Creo que sí sería circo, espectáculo, pero en vez de avanzar, hasta podríamos quedarnos anclados, ahora sí que empantanados en eso. Yo quiero ver hacia adelante”.

Para el Presidente, lo dicho “aplica para los que se fueron, no para nosotros. Yo estoy planteando y voy a insistir, porque siento que no están entendiendo la profundidad del planteamiento, voy a insistir de manera respetuosa con los legisladores para que se quiten los fueros, para que el presidente pueda ser juzgado como cualquier ciudadano”.

Esto es, puntualizó: “se tiene que ajustar el marco legal, porque si no, es puro amarillismo”.

Ratificó su decisión de desahogar las denuncias en curso, “pero nosotros no vamos a promover ninguna acción penal, solamente en lo que corresponde al gobierno federal, si nos lo pide el pueblo”. Claro que para que estos temas se puedan someter a consulta es necesario modificar la Constitución.

En este mismo sentido recordó que se tuvo que adecuar el andamiaje jurídico para que la corrupción sea delito grave, porque de lo contrario, los acusados “podían ir a la cárcel y salir bajo fianza, por eso le tenían que buscar lavado de dinero, acusarlos por otros ilícitos”.

En palabras del Presidente “ya basta de estar simulando, de estar engañando a la gente, castigando nada más a chivos expiatorios. Si se tratara de responsabilizar por el desastre de México, teníamos que empezar por los expresidentes, porque nada de que no sabían ni de que ellos no autorizaron todos los latrocinios que se cometieron en los 36 años de periodo neoliberal”.

Cierto que AMLO expresó que por lo que compete a la política federal “nosotros no estamos iniciando ninguna investigación”.

De la misma forma expresó: “Si hay denuncias presentadas tienen que seguir su curso, porque tampoco somos tapadera. A mí me llegan a presentar pruebas de presuntos actos de corrupción, llega el encargado de Inteligencia Financiera, me presenta una carpeta de alguna solicitud de una organización del extranjero, de una institución del extranjero con evidencias de lavado de dinero, me refiero a Santiago Nieto, y la instrucción que tiene es que se presente de inmediato la denuncia, que no nos quedemos con nada”.

Ahí está, pues, lo expuesto por el presidente AMLO en el sentido de que “no hay consigna de afectar a nadie, de fabricar delitos”, pero sí una decisión clara de acabar con la corrupción y la impunidad. En su planteamiento me parece claro que no existe ni un juicio sumario y adelantado, ni tampoco una exoneración. Más que las opiniones y los deseos, habrá que atenerse a los hechos y a los delitos documentados. Hay instancias encargadas cuyos expedientes deben ser irrebatibles.

POSTDATA

Expresó el presidente López Obrador: “Imagínense cuánto padecimos nosotros en la oposición. Una vez aquí, precisamente por defender el petróleo me acusaron por 11 delitos, me metieron casi todo el Código Penal. Era la costumbre, agarraban la máquina y a darle, y ni coincidían horas, días, nada; era al bote y era la consigna, y eso hasta hace poco”.