Los años del Covid 19; Tabasco preparado

En un futuro hablaremos de “los años de la pandemia, no de la pandemia”. Eso dicen los científicos más prestigiados que saben que, a estas alturas

En un futuro hablaremos de “los años de la pandemia, no de la pandemia”. Eso dicen los científicos más prestigiados que saben que, a estas alturas, no conocemos mucho más de lo que pudimos intuir cuando saltó el primer caso del CORONAVIRUS. Porque de tanto hablar de vacunas descubiertas, en uno u otro país, nos estamos dando cuenta de que no hay vacuna efectiva o total, sino tratamientos de los síntomas que es otra cosa. Hablando claro a lo mejor no se descubre ninguna vacuna durante muchos años y tenemos que convivir con la enfermedad de forma muy parecida a como lo hacemos con el SIDA, padecimiento para el que a estas alturas no se ha encontrado vacuna alguna. El sida fue reconocido por primera vez el 5 de junio del año 1981. Su causa se identificó a principios de dicha década. El sida hasta la aparición del Conavid 19, se había convertido en la gran pandemia del siglo XXI pues ha matado a más de 35 millones de personas. No hay una vacuna para hacerle frente y los tratamientos han mejorado mucho, pero sigue matando. Sin embargo, ha sido frenada en los países occidentales y ricos, pero sigue haciendo estragos sobre todo en África, en América Latina y en Asia. Cuando el VIH daña el sistema inmunitario es más fácil que te enfermes de gravedad e incluso que mueras a causa de infecciones que el cuerpo normalmente podría combatir. No obstante, el tratamiento antirretroviral puede retrasar el curso de la enfermedad y puede llevar a una expectativa de vida cercana a la normal. Sin tratamiento, el tiempo de sobrevida promedio después de la infección es once años. Aunque la infección por VIH no puede propiamente curarse, sí puede convertirse con el uso continuado de fármacos en una enfermedad crónica compatible con una vida larga y casi normal. Las diferentes drogas tienden a impedir la multiplicación del virus y, hacen más lento el proceso de deterioro del sistema inmunitario. La fase en la que nos encontramos es la de contención y en ella en Tabasco podemos estar muy orgullosos de haber hecho las cosas bien a pesar de que los muertos y contagiados diarios es espectacular. Por más que una caterva de críticos oportunistas que solo buscan redito político critiquen a nuestro gobernador, Adán Augusto López Hernández, por la conducción de la crisis, nadie con buena fe puede esconder que desde el primer momento y con  bastante antelación, el mandatario agarró “el toro por los cuernos” y se ocupó con éxito, de dotar a todos los hospitales de insumos, médicos y espacios de tal manera que hoy en día, en pleno “pico” de la pandemia, apenas están ocupados nuestros hospitales en un 60 por ciento y se disponen de todos los recursos necesarios para seguir afrontando el virus durante el tiempo que sea necesario. El sistema sanitario tabasqueño no ha sido rebasado en absoluto, a pesar de que en muchas ocasiones pareciera que por nuestra negligencia tratamos de hacerlo explotar, porque no hemos aceptado personalmente las responsabilidades que como ciudadanos tenemos y no hemos respetado las más mínimas reglas sanitarias y de sentido común. El Covid 19 continuará siendo uno de los grandes problemas de salud pública a nivel mundial y todo apunta a que se convertirá en un problema crónico de salud llevadero que llevara a las personas vivir con el virus con una vida larga y saludable.