Los “argumentos” de la oposición contra AMLO (II)

De esas empresas vendidas

La prensa y los medios que se han lanzado contra el gobierno de nuestro paisano Andrés Manuel López Obrador no dijeron nada cuando el régimen de Carlos Salinas privatizó y vendió a sus amigos y socios 955 empresas de las 1155 que tenía el Estado en 1982. Todo bajo el “argumento” de que el Estado es mal administrador y además de que un estado propietario va en contra del dogma intocable que es la sagrada propiedad privada de los medios de producción que garantiza la felicidad del hombre y el futuro de la humanidad.

De esas empresas vendidas a “precios de me lo llevo” destacan la venta fraudulenta, como todas las demás, de Teléfonos de México, Mexicana de Aviación, Aeronaves de México, grupo DINA, Fertimex, entre otros. Me platicaba el licenciado David Gustavo que cuando fue titular de Fertimex empleó a más de cien tabasqueños. Y que esa empresa era de las más rentables en ese giro en el mercado mundial. Sin embargo, no hubo ningún contrapeso en el Congreso de la Unión ante esas medidas unilaterales, arbitrarias y contra la Nación realizadas por Carlos Salinas.

Cuando Salinas de Gortari removió a 19 gobernadores, entre ellos a don Chavo Neme, “el contrapeso”, el Congreso de la Unión, ni pío dijo. Ni tampoco los corrompidos con prebendas. ¿Respeto a la autonomía de las entidades federativas que integran la República? ¡Por favor!, ¿en qué película?

Me llamaba la atención que a partir de esa diarrea de privatizaciones, como le llamó Excélsior en eso días, ya para el año 2000, de la noche a la mañana, empezaron a aparecer los nombres de mexicanos en la lista de los hombres más millonarios del mundo en la revista Forbes. Y todo ello en plena crisis económica mundial con la caída de los siete tigres de Asia y sus efecto dragón, aunado al efecto vodka con la crisis económica de Rusia, al efecto Zamba en Brasil y al efecto tequila en México.

Otra arbitrariedad y que no tomó en cuenta a ningún “contrapeso”, ni a ningún Congreso de la Unión, fue el asunto del FOBAPROA y la extranjerización de la banca. En ese proceso Ernesto Zedillo y sus funcionarios se pasaron la ley por donde les dio la gana, Si usted estudia a fondo ese asunto del FOBAPROA, verá que es el fraude más grande que ha sufrido nuestra Nación en los tiempos actuales. Ese asunto lleno de irregularidades, de violación a la ley y plagado de inmoralidad, es el fraude más cínico que ha padecido la Nación en su historia reciente. Con ese asunto se pasaron a la Cámara de diputados y de senadores por el arco del triunfo. El “contrapeso” también brilló ´por su ausencia. Sólo acató órdenes.

Sobre su experiencia en el senado y sobre ese asunto del FOBAPROA, nos dice Humberto Mayans en su libro que la presidente del senado, María de los Ángeles Moreno, le llamó para convencerlo que votara a favor del dictamen como lo haría el grupo parlamentario del PRI, pues esas eran las instrucciones de Ernesto Zedillo. Le respondió Humberto que no votaría a favor porque esa medida dañaba a millones de deudores y beneficiaba a una minoría. En esos momentos el secretario de Zedillo, sabiendo que estaba con la señora Moreno, le habló por teléfono tratando de convencerlo. Palabras más palabras menos le dijo que Zedillo lo tenía contemplado en la lista de los aspirantes para ser gobernador en Tabasco.

Pero lo que derramó el vaso fue cuando Zedillo, en esos mismos momentos, pidió hablar con la señora María de los Ángeles Moreno y le dio instrucciones para que en el dictamen y a última hora se incluyera la extranjerización de la banca; la señora Moreno se echó a llorar. Eso nos cuenta el ex senador.

Indigna, da asco que esos mismos cómplices de Zedillo, Salinas y enemigos de México acusan a AMLO de tirano: ya inventaron el rollito, la muletilla de campaña, de formar un “contrapeso” en el Congreso de la Unión para “acabar con la tiranía” de nuestro paisano presidente. Como si ese contrapeso hubiera existido y funcionado como tal en los años que gobernó la dictadura del PRIAN. Esos tipos que hablan de contrapeso en el Congreso no están pensando en México, ni en beneficiar a la Nación. Están pensando en sus propios intereses de minoría, defender y recobrar sus canonjías, prebendas y modos de enriquecimiento que les permitía el régimen corrupto que los hizo.