Los pececillos de la pecera ¿Estamos mejor que nunca, pero un poco como siempre?

Después de haber puesto este planeta, este país, y a Tabasco patas arriba con el Covid 19, justo cuando una vez más constatábamos nuestro hartazgo contra la clase política

Después de haber puesto este planeta, este país, y a Tabasco patas arriba con el Covid 19, justo cuando una vez más constatábamos nuestro hartazgo contra la clase política y la corrupción generalizada que nos servían como brebaje todos los días, con abundantes rodajas de impunidad en el borde de la copa… y cuando parece que bajan los contagios y las muertes en nuestro querido estado choco….¿Estamos mejor que nunca pero un poco como siempre? Porque si hay fuerzas conspiradoras que pretenden de que de lo que se trata es de cambiar las cosas para que nada cambie estamos ante una estafa. Si quieren que destinemos la mayor parte del dinero de este planeta a la lucha contra los virus y para ciber seguridad, estamos mal. En todo caso para algo está sirviendo esta pandemia. Entre otras cosas para poder medir a nuestros gobernantes y creo que podemos estar orgullosos de nuestro gobernador, Adán Augusto López. Si se me acusa de lamebotas me niego a aceptar ese insulto por no ajustarse a la realidad. Si se me acusa de escribir un panegírico a favor del amigo y del gobernante reconozco mi culpa. Creo que hemos tenido mucha suerte con nuestro gobernador. Porque desde el primer momento de la crisis sanitaria lo vio venir y reaccionó muy rápida y eficazmente dando los pasos adecuados. Se hizo de insumos y medicamentos sabiendo que se aproximaba no una epidemia sino una pandemia de un volumen desconocido. Mantuvo la serenidad y respetando los derechos humanos sobrellevó a la población enardecida, convenció a la prensa nacional, naturalmente hostil contra su movimiento político, de la realidad de Tabasco, guardando el control y la gobernabilidad de forma brillante y sin alharacas. Y ahora que se están logrando los objetivos, sin que por cierto se haya paralizado la actividad económica que ha persistido incluso en materia de obras públicas, tiene la sensatez y madurez necesaria como para proponernos seguir con las restricciones propias del Semáforo Rojo 15 días más para asentar bien los avances, y la gente se lo aprueba sin rechistar. Con absoluta y total confianza en su líder. La victoria de Adán Augusto en las elecciones fue tan rotunda,  que no merecía venganza sino pasar a página para escribir el libro del futuro del estado. López Hernández se ha preparado toda su vida para gobernar y lo tiene todo: Un presidente amigo, AMLO, con quien no tiene que pelear porque le respete ni le dé su lugar como les ocurrió a sus antecesores en otras administraciones. Adán Augusto tiene la mejor oportunidad que ha tenido un Gobernador de Tabasco en décadas para hacer las cosas bien y no puede perderse, ni enmarañarse, en pleitos añejos de colonia como  todo parece indicar que pretenden algunos pececillos de la pecera. Adán Augusto lo está haciendo muy bien. Todo eso cumpliendo con las promesas que le hiciste al pueblo de México de No Robar, No Mentir y No Traicionar. Eso es todo y si se puede, aunque parezca insólito y extraño cosa que se entiende para quien por primera vez se inicia en esos hábitos. El dialogo es siempre preferible a la confrontación y los pulsos dejaron de estar de moda hace muchos, pero muchos años.