Mano de terciopelo

Mano de terciopelo

Se va notando la mano en guante de terciopelo y conciliadora de Rosendo Gómez Piedra, apenas a unos días de haber tomado posesión como secretario de Gobierno. El hecho de que el secretario de Finanzas, el Fiscal General, y otros responsables, y el mismo, convocaran a rueda de prensa para transparentar en que se gastó el empréstito de 700 millones de pesos destinados a seguridad pública es, en sí mismo, un hecho si no insólito si inusual y positivo. Es un secreto a voces que en estos días de escasez y de falta absoluta de liquidez en todo Tabasco muchos nos preguntamos ¿Dónde está el dinero? Por eso que nos digan en que se ha gastado, aunque haya algunos claro oscuros en las explicaciones, es un ejercicio necesario para que los ciudadanos recobremos al menos algo de certidumbre cuando todo es oscuridad. Todo es opinable, o debería de serlo, y por eso otra cosa es que naturalmente se pidan explicaciones y se esté, o no, de acuerdo en la forma de gastar, pero eso forma parte del natural ejercicio del gobierno, de la democracia y de la libertad de expresión. El asunto es que Gómez Piedra, por instrucciones del Gobernador, Arturo Núñez, implementó una nueva política de incremento de la transparencia, cuando las semanas para que se dé el cambio de gobierno se escapan entre los dedos de las manos del tiempo, y el dinero escasea por motivos varios, y la población siente temor por cómo se terminará el año. Lo curioso es que de forma paralela la expectación por lo que viene es espectacularmente positiva y nadie duda de que vienen muy buenos tiempos para Tabasco. Los inversionistas ricos, a diferencia de los exploradores, eligen territorios seguros. Nuestro estado no solo está de moda en toda la nación sino que es objeto de atención por las inversiones anunciadas. Por eso llevamos la pobreza como la llevamos: Henchidos de esperanza y armados de paciencia. Sólo los que han sido agraciados con el don de soportar sin alterarse las cosas desagradables pueden distinguir si la paciencia es una virtud o una fatalidad. Siempre ha tenido muy buena prensa y hay expertos entomólogos que la clasifican según su eficacia. Lo único que está claro es que es agotable, al contrario de la avaricia. Debemos saber esperar, incluso con toda probabilidad de que aparezca lo que esperamos. Algunas religiones, especialmente consoladoras, definen a la fe como la seguridad de habitar un mundo del que nadie ha regresado. Sin duda debe de ser un lugar confortable. Pronto lo sabré. No me tomen a mal que no pueda revelar nada. Todo lo que pasó en Tabasco pasó, incluso las cosas que no acaban de pasar, hace algún tiempo, pero parece que ha llegado el momento de las revisiones, aunque los días de ayer sean irreparables. Estamos renegando del pasado, si bien no todos, porque algunos insisten en querer perpetuarlo. Pablo Neruda, que llamó “torvos” a los conquistadores, les agradeció que a pesar de habérselo llevado todo lo hubieran dejado todo: la palabra. A los muertos no les defiende nadie.