Meade y la bola de cristal de AMLO

Meade y la bola de cristal de AMLO

NOTA BENE

Meade y la bola de cristal de AMLO

O Andrés Manuel López Obrador tenía información privilegiada, o tenía una bola de cristal o tiene mucho sentido común, o las tres cosas a la vez, porque acertó en la elección del candidato priista a la Presidencia de la República que hoy sabemos que será José Antonio Meade. Su renuncia a la secretaría de Hacienda, con el objetivo confesado de aspirar a ser la máxima autoridad en este país no deja dudas. Y así se va clarificando el panorama de entre lo que tendremos que elegir el próximo año en unas elecciones que serán de infarto y que sin duda un “parte aguas” para un nuevo país; quede quien quede en la Silla del Águila. Solo falta que se aclare un asunto que no es menor: quién será el/la que abandere el Frente creado por el PAN y el PRD. De esta última circunstancia dependen muchas de las candidaturas a gobernadores, alcaldes diputados locales y federales y senado. Pero volviendo a la actualidad hay un factor completamente novedoso en la candidatura de Meade y es que es la primera vez que este partido va a nominar a un candidato a la Presidencia que no es priista, y que por tanto hace correr el riesgo al tricolor de perder su identidad. En realidad todavía no se puede asegurar si eso es bueno o malo, pero el poderosísimo poder económico-político que se encuentra atrás del candidato está dispuesto a comprobarlo, y serán los electores los que digan su última y definitiva palabra. En todo caso la duda está sembrada: ¿Será José Antonio Meade el encargado de finiquitar al PRI y transformarlo en una nueva institución política en el caso, no descartable en absoluto, del triunfo? Veremos. Lo cierto es que las encuestas ahora si podrán ir ajustando sus resultados con mayor precisión, ya que hasta ahora el único candidato clarísimo era Andrés Manuel López Obrador y sus mediciones no correspondían a un dilema, lo que falseaba las aparentes preferencias. En el plano local, si finalmente fuera Meade el candidato, tenemos razones para ser optimistas, ya que el ex secretario de Hacienda ha estado presente en nuestro estado gracias a gente muy cercana a él, y siempre ha jugado un papel discreto, pero fundamental, en muchas de las decisiones de nuestra historia reciente.

Por Antonio López de la Iglesia