Meade y la pandemia de la corrupción

Meade y la pandemia de la corrupción

NOTA BENE

Meade y la pandemia de la corrupción

Es difícil de creer pero no empezamos mal. La lucha contra la corrupción será un tema fundamental en las próximas elecciones y los aspirantes a candidatos ya se están posicionando con mayor o menor fortuna. Andrés Manuel López Obrador asegura que la corrupción se puede atacar siempre y cuando uno mismo sea una persona decente y fuerte ante las múltiples tentaciones que se ofrecen desde el poder. Por eso cuida con mimo y al extremo su fama de incorruptible, aunque a veces se cuestione la credibilidad de sus aseveraciones, y con pruebas. En todo caso lo intenta que no es poco. Ahora otro que es más que posible sea el candidato priista a la presidencia de la República, José Antonio Meade, nos sorprende con unas declaraciones llenas de contenido y por las que se asoma que ya se ve de “presidenciable”. Meade dice : “El mejor amigo de la corrupción es el manejo en efectivo, si nosotros nos vamos moviendo a una economía en donde cada vez usemos menos el efectivo, vamos a tener posibilidad estructural, posibilidad arquitectónica de ir quitando espacios a la corrupción. Si sumamos la transparencia al mundo digital, el resultado es que en quienes son corruptos no tendrán dónde esconderse; que quien quiera documentar operaciones con patrimonio desviado no podrá hacerlo”, dijo. Así a primera vista parece una solución bastante factible y eficaz aunque sin embargo, en el día a día, creo que esa propuesta no funcionaría con esa rotundidad que defiende el secretario de Hacienda Meade. No veo a los alcaldes, a los diputados o a los aspirantes a algún cargo político pidiendo el número CLABE de su cuenta bancaria a sus operadores, apoyadores, o supuestos periodistas, para hacerles una transferencia SPEI del apoyo. Eso por poner un ejemplo. Es que no lo veo, la verdad. Pero quién sabe, si como siempre estoy atrasado en este mundo digital. Creo que la corrupción se vacuna desde la escuela y si eso no se hace, como es el caso, la enfermedad se presenta y se agrava en el ser humano convirtiéndose en pandemia. Todo está en manos de la generación que viene porque ya ha venido. A los que somos sinceramente mayores nos han engañado tantas veces que confundimos la verdad y nos refugiamos en la duda, que es la antesala, pero está llena y no hay dónde sentarse.

Por Antonio López de la Iglesia