Mediadores de lectura, igual a formar comunidad

Mediadores de lectura, igual a formar comunidad

¿Qué entendiste o qué te gustó de la lectura? Hace casi un año iniciaba con el diplomado para la profesionalización de mediadores de salas de lectura, el cual patrocina la Universidad Autónoma Metropolitana en coordinación con la Secretaría de Cultura.

Todo nació a raíz de una llamada que le hiciera al profesor Porfirio Díaz con el objeto de pactar una entrevista -en ese entonces él era responsable del área de promoción de lectura-, y quien amablemente me invitó a participar.

Entre los módulos a estudiar de manera didáctica, que se dividieron en ocho, pudimos ver la mediación como la formación de comunidad. Literatura y escritura. El compromiso del mediador, cómo participar de manera hospitalaria. Géneros literarios, figuras retóricas, metáforas.

Luego vino un módulo donde aprendimos sobre las charlas literarias y producción de textos. En el módulo VI se entró de lleno a delimitar una sala de lectura, sus reglas grupales, acuerdos y tiempos de lectura.

Más adelante la lectura como un encuentro cultural para poder apoyar a una comunidad en caso de crisis, por último, el futuro y proyectos.

Aquí no hubo cifras o números que pudieran encasillar a un estado o país. Se trató más bien de cómo una persona de manera voluntaria se prepara para llevar las letras a un barrio, parque, estacionamiento, debajo de un árbol, escuela, o quedarse en su propia casa para invitar a más vecinos a disfrutar de los libros.

La experiencia literaria que se pudo vivir, al menos de forma personal tuvo varios sentidos, y uno de ellos estuvo presente en sentirme lector con más responsabilidad.

¿Qué tanto nos contagiamos con la lectura?, la respuesta está en cada uno, pero partiendo de ahí podremos contagiar a los demás –válgase la expresión- para que más adelante seamos cómplices en esta libertad que poco a poco se va construyendo, bajo un espíritu curioso.

El  buen lector debe rastrear huellas, convertirse en un detective, entrar a terrenos desconocidos para volver a nosotros mismos. Leer para tomar conciencia.

Regresando a la pregunta inicial: “¿Qué entendiste o qué te gustó de la lectura?”, puedo asegurar ahora que me quedo con la segunda, sustentado en lo siguiente: el texto se debe relacionar con lo personal. Comparar problemas, buscar símbolos, así como irnos a la historia.

La literatura está escrita en el idioma del interior humano, por ello, se dice que debemos abandonar por un momento el lenguaje razón, qué me gustó, por qué entendí.

Agradezco a cada uno de los instructores, e igual a los compañeros en un principio, y que después se convirtieron en amigos, partícipes de esta aventura como instrumento del aprendizaje. No es para despedirme, se trata de hacer más sólida la relación, con el fin de que haya prontos encuentros.

PARÉNTESIS

La nueva refinería de Dos Bocas será una realidad, porque lo que está en juego es la seguridad energética de México, sentenció Manuel Rodríguez González, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados federal.  Aseveró que contra lo que señalan los críticos, el mega-complejo de refinación que se  construye en Paraíso cumple las exigencias que marca la ley en todos los aspectos, incluido el ambiental. ( kundera_w@hotmail.com)

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Mediadores de lectura, igual a formar comunidad

Wilber Albert

¿Qué entendiste o qué te gustó de la lectura? Hace casi un año iniciaba con el diplomado para la profesionalización de mediadores de salas de lectura, el cual patrocina la Universidad Autónoma Metropolitana en coordinación con la Secretaría de Cultura.

Todo nació a raíz de una llamada que le hiciera al profesor Porfirio Díaz con el objeto de pactar una entrevista -en ese entonces él era responsable del área de promoción de lectura-, y quien amablemente me invitó a participar.

Entre los módulos a estudiar de manera didáctica, que se dividieron en ocho, pudimos ver la mediación como la formación de comunidad. Literatura y escritura. El compromiso del mediador, cómo participar de manera hospitalaria. Géneros literarios, figuras retóricas, metáforas.

Luego vino un módulo donde aprendimos sobre las charlas literarias y producción de textos. En el módulo VI se entró de lleno a delimitar una sala de lectura, sus reglas grupales, acuerdos y tiempos de lectura.

Más adelante la lectura como un encuentro cultural para poder apoyar a una comunidad en caso de crisis, por último, el futuro y proyectos.

Aquí no hubo cifras o números que pudieran encasillar a un estado o país. Se trató más bien de cómo una persona de manera voluntaria se prepara para llevar las letras a un barrio, parque, estacionamiento, debajo de un árbol, escuela, o quedarse en su propia casa para invitar a más vecinos a disfrutar de los libros.

La experiencia literaria que se pudo vivir, al menos de forma personal tuvo varios sentidos, y uno de ellos estuvo presente en sentirme lector con más responsabilidad.

¿Qué tanto nos contagiamos con la lectura?, la respuesta está en cada uno, pero partiendo de ahí podremos contagiar a los demás –válgase la expresión- para que más adelante seamos cómplices en esta libertad que poco a poco se va construyendo, bajo un espíritu curioso.

El  buen lector debe rastrear huellas, convertirse en un detective, entrar a terrenos desconocidos para volver a nosotros mismos. Leer para tomar conciencia.

Regresando a la pregunta inicial: “¿Qué entendiste o qué te gustó de la lectura?”, puedo asegurar ahora que me quedo con la segunda, sustentado en lo siguiente: el texto se debe relacionar con lo personal. Comparar problemas, buscar símbolos, así como irnos a la historia.

La literatura está escrita en el idioma del interior humano, por ello, se dice que debemos abandonar por un momento el lenguaje razón, qué me gustó, por qué entendí.

Agradezco a cada uno de los instructores, e igual a los compañeros en un principio, y que después se convirtieron en amigos, partícipes de esta aventura como instrumento del aprendizaje. No es para despedirme, se trata de hacer más sólida la relación, con el fin de que haya prontos encuentros.

PARÉNTESIS

La nueva refinería de Dos Bocas será una realidad, porque lo que está en juego es la seguridad energética de México, sentenció Manuel Rodríguez González, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados federal.  Aseveró que contra lo que señalan los críticos, el mega-complejo de refinación que se  construye en Paraíso cumple las exigencias que marca la ley en todos los aspectos, incluido el ambiental. ( kundera_w@hotmail.com)