Medio siglo sin el poeta José Carlos Becerra

José Carlos Becerra fue un poeta fugaz. En sí, una obra inconclusa, pero con esa luz propia que lo hacía brilla en cualquier parte

José Carlos Becerra fue un poeta fugaz. En sí, una obra inconclusa, pero con esa luz propia que lo hacía brilla en cualquier parte, incluyendo Europa, donde perdió la vida hace 50 años.

Amigo de José Emilio Pacheco, Gabriel Zaid y Carlos Pellicer. El escritor estaba en la mira de Octavio Paz, quien lo definía como un joven con un gran talento literario, y además elogiado por Jorge Luis Borges.

A medio siglo de no estar más entre nosotros, la secretaría de Cultura, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura le rindieron un homenaje de manera virtual, al organizar unas jornadas en su honor del 21 de mayo al  27 de este mismo mes.

Casi siempre se resalta de José Carlos Becerra lo trágico, del accidente, de su muerte… pero igual es necesario darle vida a través de su legado, de esa poesía que nos heredó en “El otoño recorre las islas”, junto a otras obras.

El escritor Roberto Diego Ortega, en el suplemento El Cultural, en la edición del 21 de mayo de 2016 escribió “el ritmo que alimenta la seducción de su mirada en un raudal de imágenes poéticas; la trama y la materia de su lenguaje, plasmado a la manera de una travesía, una ruta de hallazgos entre frases y versículos de largo aliento que parecen invocar a los lectores como testigos de una creación en plena marcha.

Sensualidad latente y desbordante, celebración del cuerpo femenino, desdoblado en asociaciones múltiples, pero a la vez nostalgia pura, melancolía profunda; ambición de nombrar y recrear el mundo, arte combinatoria de un poeta que aborda las estaciones y presencia de su impulso genésico sobre letras que enlazan señales de viaje”.

En su texto habla del magnetismo de José Carlos, de esa capacidad de imantar cada palabra para darle ritmo y pintar todo un paisaje poético.

Algo que destacan en su obra es la melancolía de la que está formada. Ahí se recorren a cada instante, lo que marcó en su época una nueva forma de entender los versos.

Becerra se escapa muy temprano de su tierra, pero la deja marcada. Se va hacia la Ciudad de México, donde madura, y luego trasciende en otros horizontes más lejanos, pero siempre tabasqueño.

Su lectura debe ser atenta por quienes aquí vivimos, y darle más énfasis en cada rincón del Edén, sobre todo entre los jóvenes, como lo fue él.

           PARÉNTESIS

Conocí al escritor y Luis Alonso Fernández en un taller literario de la Zona Remodelada. Cada sábado nos reuníamos un grupo de jóvenes con él. Ahí daba consejos para saber escribir un cuento, una poesía o una novela. Con el correr de los años, nos fuimos haciendo amigos, hasta compartir libros y experiencias personales. Ayer por la mañana a través de un mensaje me comunicaron que Luis Alonso había fallecido. Mis condolencias a la familia, en especial a su esposa e hijo.