México y su modelo

Realmente, Pemex adquiere de la Nación los hidrocarburos, aunque la empresa también los obtiene con su fuerza propia

Sostengo que una solución financiera para Pemex debe de contemplar un régimen fiscal razonable a su circunstancia. Desde luego, una empresa (Pemex u otra, no importa) no debe pagar contribuciones fiscales sobre sus pérdidas. Pero, Pemex no trabaja como cualquier empresa: recibe los recursos de hidrocarburos de la Nación, y aun siendo parte de ella, debe de pagar por esos recursos.

Realmente, Pemex adquiere de la Nación los hidrocarburos, aunque la empresa también los obtiene con su fuerza propia, una consideración importante en fijar el monto de los Derechos (Ordinarios y Extraordinarios), que realmente son el pago por el crudo, los condensados y el gas que obtiene con esfuerzo propio en México. El costo del esfuerzo productivo es parte importante de cualquiera carga fijada sobre Pemex por recibir los recursos  propiedad de la Nación.

A nuestro criterio, estos derechos no deben ser diseñados únicamente para las operaciones de Exploración y Explotación, ya que se vinculan con el costo básico de la Transformación Industrial, la parte deficitaria de Pemex que no se puede ignorar.

En cambio, el método del medio siglo pasado consiste en simplemente obligar a Pemex a endeudarse más y más para pagar su Carga Fiscal sobre los hidrocarburos no transformados. Pemex debe de tener una Carga Fiscal que le permita contar con una utilidad sobre la cual pudiera pagar su contribución fiscal como cualquier empresa cargando con el Impuesto sobre la Renta. Lo que sobra después de pagar ambas cargas (Derechos e ISR), el resto sería para los programas de Pemex, su incentivo para alcanzar la independencia financiera (que no existe hoy día) y su medida de productividad neta.

Lo anterior no quita a Pemex sus responsabilidades insoslayables de eficiencia, solidaridad y honradez que esperamos todos los mexicanos de nuestra principal empresa. Debe de ser la versión mexicana de una gran empresa petrolera como Statoil (ahora Equinor), que aun siendo un explotador de hidrocarburos aporta recursos, tecnología, empleos y otras bondades a Noruega. Y no es una carga sobre los noruegos, sino en general una bendición y una palanca principal de su desarrollo.

Hay un tema adicional: la carga financiera sobre Pemex sumó 216.3 mil millones de pesos (MMP) en 2021 sobre una Deuda (neta de Activos en moneda extranjera) de 2,013.9 mmp, o sea casi el 11% anual. Desde luego, con un movimiento diferente en las tasas de diversas monedas, el porcentaje de pago sobre la Deuda también sería diferente. Así, la carga financiera pudiera ser el 7% en intereses y el 4% del resto de las cargas, incluyendo el movimiento de las monedas. Pero, la parte volátil en esta combinación entre el pago de interés y el desembolso mayor en pesos por la devaluación, es definitivamente en la segunda parte, que es totalmente especulativa, cuando menos imprevisible.

Porque Pemex insista en medrar con una deuda con una carga especulativa y no fija en pesos, es un asunto de interés nacional. En una parte anterior, establecimos que históricamente la devaluación del peso es del 8% anual, por ello, el 4% adicional pagado por la devaluación más otros costos financieros es realmente bueno, muy bajo; pero en cualquier momento pudiera ser mucho más, como nos demuestra la historia de la deuda en general, y de Pemex y el Gobierno Federal en particular.

De hecho, ninguna empresa puede aguantar una sangría financiera de esta magnitud por mucho tiempo, y Pemex no es la excepción.

Si Pemex tuviera acceso al mercado interno de crédito en el rango del 7%, pudiera ir liquidando su endeudamiento más caro en monedas extranjeras, ya que el 11% es un promedio de sus diversos financiamientos y seguramente tiene varios por encima de ese porcentaje permitiéndole un ahorro importante. Solo un 4% del monto de su Deuda suma más de 80 mmp anualmente, una cifra no despreciable para una empresa en problemas financieros, y de hecho un paso gigantesco hacia su saneamiento, aunque debo de mencionar que, en su último reporte para el primer trimestre de 2022, Pemex consolidado reporta utilidades netas, que seguramente serán aún mayores en el segundo trimestre. Pero, PEMEX va a cargar con la montaña de deuda acumulada por mucho tiempo. Es parte de lo que debe cambiar. (EL AUTOR ES DOCTORADO EN ECONOMÍA POR LA  UNIVERSIDAD DE PENNSYLVANIA, 1971. COLABORADOR DE DIARIO PRESENTE