OTROS MIEDOS, OTRAS HISTORIAS, OTROS FUTUROS

Al otro lado del Atlántico fue Franklin D. Roosevelt, a quien hoy se sigue admirando como estadista

Al otro lado del Atlántico fue Franklin D. Roosevelt, a quien hoy se sigue admirando como estadista, quien puso en la agenda política del siglo XX el tema del miedo y la estrategia de la absorción del miedo. En su discurso de nombramiento como trigésimo segundo presidente de los Estados Unidos de América, pronunciado el 3 de marzo de 1933, tras los terribles años de la Gran Depresión, encontró las palabras que habrían de fundamentar una nueva política: «Lo único de lo que tenemos que tener miedo es del propio miedo».

Heinz Bude describe el programa de Roosevelt: “una política que proponía un Estado que se preocupara por el bienestar social, establecer fuentes de empleo, abatir la pobreza, regresar la confianza ciudadana fundada en la libertad para organizarse y generar riqueza. Bases firmes para el capitalismo norteamericano”.

En Rusia, después de derrocar al reinado de los zares, llega al poder José Stalin que con mano dura extendió su poder hasta conformar la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Así la  URSS atravesó el siglo XX. Una vez derrumbado el muro de Berlín, se confirmó que el miedo a la tortura o extradición al invierno eterno de Siberia, permitió que la política socialista se prolongara tanto tiempo con métodos que reprimieron la libertad de expresión en todas sus modalidades. 

Heinz Bude establece que en la actualidad “el miedo marca una época en la que están avanzando los populismos de derecha, aumentan los casos de depresión y se experimenta el capitalismo como una coyuntura crítica. El miedo es síntoma de una situación social de incertidumbre. La clase mayoritaria ve peligrar su futuro y el individuo se siente arrojado a un mundo en el que ya no se siente resguardado ni representado”. La diferencia entre ser y tener, planteada por Erich Fromm, se decanta hacia el tener, a costa de cualquier cosa. Vivimos en el miedo que elimina escrúpulos.

Las conclusiones de Bude, por el tiempo en que escribió “La sociedad del miedo”, no consideraban las consecuencias económicas y sociales que se viven por la pandemia del Covid-19. En la actualidad, ningún país está libre de la peor recesión económica de la historia moderna, superando el crac bursátil de 1929 por monto de pérdidas. Será necesario que los países ricos se solidaricen con las naciones pobres. En la terapia grupal podría conocerse el estado que guarda el alma del ser humano, el reacomodo de la psiqué que abrió la caja de Pandora, dejando al alma en el umbral del limbo, lejos de la certidumbre, pero muy cerca del miedo que impulsa o hunde. 

“Ser y tener”, la célebre fórmula de Erich Fromm, incluye ahora la siguiente variante: “Ser miedo, tener miedo y provocar miedo”. Es lo que hay. Pero digamos, desde una esquina del mundo: no sucumbamos al miedo, ni como individuos ni como sociedad. 

 (*Erasmo Marín Villegas es Licenciado en Comunicación (UV) y Maestro en Docencia (UVM Campus Villahermosa). Desde 2001 a la fecha imparte cátedra en la División Académica de Educación y Artes de la UJAT. Publicó el libro “Lo que nos tocó vivir” y en el portal Ventanasur)