Morena frente a las elecciones

Tal parece que el partido que logró expulsar del gobierno a la “mafia del poder” enquistada por los intereses creados durante más de tres décadas

Tal parece que el partido que logró expulsar del gobierno a la “mafia del poder” enquistada por los intereses creados durante más de tres décadas, tiene algunos problemas para procesar sus candidaturas de cara a las elecciones del próximo 6 de junio. Al menos esto es lo que se observa en la selección de algunos candidatos a las 15 gubernaturas con el acostumbrado método “democrático” de las encuestas.

Morena logró una gran hazaña al ganar la presidencia de la República y la mayoría en el Congreso de la Unión en las elecciones de 2018. Con apenas cuatro años de su registro (y más de 30 años de lucha), este partido alcanzó la hegemonía política gracias a las circunstancias y al liderazgo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Sin embargo, es precisamente este liderazgo lo que ha dificultado su institucionalización. Morena no solo se quedó huérfano sin su dirigente nacional, sino que el reemplazo fue fatal en manos de Yeidckol Polevnsky, quien fue destituida por los radicales comandados por Bertha Luján colocando como interino a Alfonso Ramírez Cuellar, que también quería aferrarse al poder para manejar las candidaturas durante el proceso electoral de este año, aprovechando la pandemia del Covid-19.

El caso es que la renovación de su dirigencia nacional ha sido un escaparate de confrontaciones entre radicales y moderados que llevó a una frecuente intervención del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación a ordenar que el Instituto Nacional Electoral (INE) se aplicara en la concreción de este aplazado propósito a través de encuestas. Al final, el choque entre Porfirio Muñoz Ledo de los radicales y Mario Delgado de los moderados dejó un mal sabor de boca entre no pocos militantes y simpatizantes que se sintieron defraudados tanto por la victoria del segundo como por las descalificaciones de su contrincante.

Se perdió un tiempo muy valioso para fortalecer la organización del partido, la formación de cuadros y el debate político para ensanchar el camino de la 4T y encauzar a Morena como vanguardia de la lucha política e ideológica.

Los candidatos de Morena enfrentan las elecciones federales y locales con un activo de primera importancia: el Presidente AMLO, que en dos años ha logrado sentar las bases de su proyecto transformador a través de una serie de programas sociales, del incremento inédito a los salarios mínimos y de apoyos a sectores productivos del campo (sembrado vida y precios de garantía). Todas estas acciones, y otras más, orientadas al bienestar de las mayorías empobrecidas y excluidas por el neoliberalismo han permitido a muchos mexicanos ver una luz al final del túnel.

El reclamo de generaciones en torno al combate a la corrupción ha dado muchos frutos y, junto con la austeridad republicana, ha generado a la fecha ahorros de más de un billón 500 millones de pesos, según el propio Presidente. Además se tiene los grandes proyectos de infraestructura en la región sur sureste del país, con la finalidad de impulsar un solo México, moderno y productivo, que ofrezca oportunidades de desarrollo para todos.

A pesar de las crisis sanitaria y económica producidas por la pandemia de la Covid-19, la transformación de la vida pública del país ha avanzado de manera importante en distintas vertientes. Esto ofrece una fortaleza política indiscutible al Presidente AMLO, aunque también ha generado adversarios económicamente poderosos.

Por eso la derecha concentrada en la alianza electoral “Va por México” (PRI, PAN y PRD) y los empresarios anti-AMLO, se aplica sobre manera en temas polémicos como el rebrote del coronavirus y la estrategia para aplicar la vacuna anti-Covid, la exoneración del general Salvador Cienfuegos y las restricciones del INE a las conferencias de prensa “mañaneras” con el desmedido protagonismo de su presidente Lorenzo Córdova. Todo con el insano interés de debilitar al presidente AMLO.

Esta es la primera elección popular en la que de manera explícita se agrupan partidos, empresarios y organizaciones sociales de la derecha para competir con la coalición de izquierda “Juntos Haremos Historia” (Morena, PT y PVEM). Finalmente, los conservadores se quitaron la máscara y, gracias a las acciones transformadoras del Presidente AMLO y a sus posicionamientos políticos, hoy las definiciones electorales se presentan con mayor nitidez ofreciendo dos grandes opciones que buscan el consenso para desarrollo del país. 

Si bien Morena enfrenta la elección de diputados federales y la de casi todas las gubernaturas con buenos números en la mayoría de las encuestas, es de esperarse que los jaloneos en la selección de candidatos produzcan bajas importantes que ya tienen las puertas abiertas en el PAN, de acuerdo con su dirigente Marko Cortés. También se observa la posibilidad de que no pocos candidatos apuesten su triunfo a la imagen del Presidente AMLO y no se apliquen a fondo. Ambas situaciones podrían resultar contraproducentes para dar continuidad al proyecto de la 4T.