MORENA: Los números y la aritmética de Diana Calzada

MORENA: Los números y la aritmética de Diana Calzada

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MORENA: Los números y la aritmética de Diana Calzada

Estamos ante el mayor desafío electoral  registrado en los últimos tiempos en Tabasco. Y en los últimos tiempos no dejamos de preocuparnos de los pirómanos que se refugian en los partidos políticos buscando un buen incendio con el que llevarse una candidatura a la bolsa, sino de los bomberos. Ahora le toca a MORENA en donde su dirigente y virtual candidato a Gobernador, Adán Augusto López Hernández, pide sensatez, a Diana Calzada, pero nadie puede dar lo que no tiene, aunque los pobres siempre den de aquello que les falta. La señora Diana asegura que no se ha respetado el trámite de realizar una encuesta para la designación de Coordinadora de Organización Federal, que básicamente consiste en que este cargo conlleva una diputación del mismo rango. A ella no le han beneficiado los números y esta posición se la ha llevado Monica Fernández Balboa por lo que ahora pretende incendiar la situación que ha trasladado en forma de queja ante los organismos nacionales del partido de López Obrador. Dice dos cosas contrarias: una que no se realizaron encuestas, y la otra que si se realizaron pero que fueron manipuladas. La cosa es que a ella no le tocó la lotería y grita su desencanto del que responsabiliza al buen Adán que calla con benevolencia. Cuando dos no quieren reñir, basta con que uno se arrepienta y abdique de sus convicciones para que la pelea prosiga. Cosa que Adán no hace y  de forma prudente, como es el, solamente observa a la señora Diana. Pero Diana no quiere irse del ring, aunque vea un cuervo, aproximadamente parecido al de Poe, en las cuatro esquinas. Lo suyo es vivir en precampaña y ahora busca otros disidentes para seguir, no en el poder, que no lo ha tenido nunca, sino en sus escalerillas de acceso y por eso confía en que López Obrador revierta la situación. ¡Qué raros son estos demócratas! Creen en las encuestas, pero no en la aritmética que les dice que van abajo. No sé a qué grupo pertenecen algunos de nuestros políticos/as que rechazan toda clase de pactos, incluso los que están fuera de las llamadas líneas rojas. Hay que saber pactar, incluso con el diablo, que también es un pobre demonio, si se pretende salir del barullo actual. Porque este tipo de enfrentamientos sobran cuando se lleva la delantera en la preferencia de votos.

Por Antonio López de la Iglesia