Morena: su reafiliación y definiciones; la oposición más fuerte es en su interior

*Busca la coalición en el poder reagruparse como partido; abre su padrón *Queremos regresar al origen, dice Delgado; se les dificulta la democracia *El presidente opositor no tiene oposición, advirtió un politólogo

UN PARTIDO en movimiento, sólo un partido sin movimiento o un movimiento sin partido. Aunque parezca un juego de palabras, esta es una realidad a la que se enfrenta Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional que obtuvo su registro en julio de 2014 y cuatro años después ganó la Presidencia de la República. Ganó esas históricas votaciones como una coalición de diversas fueras y liderazgos, algo similar a lo sucedido en 1988 con el Frente Democrático Nacional (FDN), aunque con algunas características distintas.

Tuvo una exitosa incursión en las elecciones intermedias del 2021. A la fecha lleva acumuladas 17 gubernaturas, algunas de las cuales –seis, entre estas las de Tabasco, Chiapas y la Ciudad de México-, estarán en las boletas en el 2024, cuando se vote por quien suceda a Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.

La prueba que tiene a corto plazo es la consulta por la revocación de mandato (en realidad ratificación de mandato), de López Obrador en marzo próximo. Para entonces, Mario Delgado como dirigente nacional se propone tener un partido en movimiento. Pero también, como lo anunció, motivar “una gran alianza popular” a la que se sumen los simpatizantes de la Cuarta Transformación (4T), o más bien de AMLO.

Para llegar a marzo, los equipos de Mario Delgado –presidente del CEN- y de Bertha Luján –del Consejo Político-, tendrán que resolver los problemas de la afiliación, reafiliación y credencialización de militantes de Morena durante lo que queda de este mes y hasta mediados de octubre. No es una tarea fácil en un instituto donde existe ya una visible lucha entre corrientes; desde hace cuatro años el padrón morenista permanecía cerrado… y en disputa.

ESTAR EN EL PODER Y NO ESTAR

SEGÚN versiones periodísticas, Morena es el único instituto que incrementó su padrón de 319 mil a 461 mil, la mayoría de Ciudad de México y Estado de México. La secretaría de organización reconoce que en los otros 30 estados perdieron afiliados. Aunque las estimaciones resultan dudosas porque, como le decía, desde que la dirigencia cayó en manos de Yeidckol Polevnski la confusión se adueñó de sus filas. Recientemente hicieron un esfuerzo de unidad y firmaron un documento que –con buenas intenciones- puede ser el inicio de una reconciliación, más que una regeneración.

Dijo Delgado respecto a inscripción partidista: “Vamos a salir a buscar a los simpatizantes, a quienes se quieran afiliar, a participar de manera activa en el partido; vamos a organizarlos en comité, vamos a llevar el Instituto de Formación Política a todos los comités para poder seguir contribuyendo a este despertar de las conciencias. (Entrevista con Forbes)

Ofreció “regresar a los orígenes de Morena, a lo que nos enseñó Andrés Manuel López Obrador, al activismo permanente…” Pero, como le comento, no es tarea sencilla porque el ejercicio y el reparto del poder ha traído serios conflictos. En los medios se refiere la existencia de una sorda batalla entre “duros” y “blandos”, aunque el espectro político y social de Morena es muy variado, hasta contradictorio. En las filas del morenismo hay quienes están solamente en la competencia por cargos, como quienes se comprometen con un proyecto y no buscan ninguna posición…Como en todos los partidos, pero es más notorio cuando están en el poder.

De acuerdo a los planes de Morena, el año próximo, entre agosto y octubre, debe realizar asambleas para a los congresistas distritales y comités estatales que acudirán en noviembre al Congreso Nacional que –veremos si ahora sí- elija un nuevo Consejo Nacional, un Consejo Consultivo y las secretarías del Comité Ejecutivo Nacional. Aunque ya vimos que para evitar conflictos inmediatos prefieren acudir a las encuestas.

En la acera de enfrente, sin embargo, las cosas parecen estar peor.

CORRER EN SOLITARIO

APENAS esta semana el politólogo Francisco Javier Aparicio expresó en un foro del IEPCT que es muy difícil para la oposición hacer contrapeso a un presidente con la fuerza de Andrés Manuel López Obrador porque carece de representatividad y, todavía más, sus líderes y quienes han obtenido cargos están más preocupados por cuidarse las espaldas que por presentar una alternativa. Tienen mucha cola que les pisen, afirmó de manera coloquial.

En los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), existe una alianza muy endeble y en ocasiones parecería simulada, más que coyuntural. El investigador universitario Miguel Armando López Leyva lo panteón de esta manera: “El presidente opositor no tiene oposición. Más que un juego de palabras,  éste es un problema de la mayor importancia para  nuestra democracia. Con innegable astucia, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asumido la forma de un opositor: habla y actúa como tal de una manera que, a veces, nos hace olvidar quién es y el puesto que ocupa”.

Prosigue López Leyva: “A ello contribuye que aquellos que deberían ocupar ese espacio en el espectro de la política, los partidos, tienen poca presencia y un activismo de baja intensidad, lo cual los vuelve prácticamente invisibles”. (Observatorio de la Democracia)

AL MARGEN

HOY CONTINÚA y concluye el foro de cultura cívica del instituto electoral tabasqueño. El profesor universitario Fernando Castañeda Sabido hablará sobre “Democracia y opinión pública”. Este columnista fue invitado a moderar el encuentro, lo cual agradezco al consejero Juan Correa. (vmsamano@hotmail.com)