Necesario separar los malos proyectos de los buenos
13/07/2022
Conclusiones.-Le decía que hay mucho qué hacer para sanear las finanzas del país. Citaba en primer lugar la necesidad de ir construyendo una democracia financiera, muchísimas veces más difícil que la instalación de la democracia política.
Un segundo desafío es: los gobiernos y sus organismos (como Pemex) tienen mucho trabajo interno que hacer para dominar el tema de su propio endeudamiento. Cada uno debería de detallar su deuda existente, proyecto por proyecto, y calcular la parte de sus pagos que provienen del excedente del mismo proyecto. Es simplemente costear internamente el impacto real del endeudamiento de cada proyecto, cosa que se puede hacer con relativa facilidad si existe la voluntad. Los resultados deben de ser publicados con cada reporte trimestral o anual para indicar al Pueblo y a los acreedores que nuestras instituciones están dominando la problemática del Endeudamiento y que ya han separado el Productivo del Improductivo, primer paso hacia la corrección de nuestras actitudes hacia el Endeudamiento.
Por ejemplo, Pemex podría listar a todos sus créditos contratados, proyecto por proyecto, con sus tasas de contratación y también en la columna siguiente la tasa de retorno real de ese proyecto, desglosado en sus 4 etapas consecutivas: tasa bruta, tasa con intereses pagados; tasa con impuestos pagados; y tasa libre de cargos de todo tipo. Si esa última tasa supera a la tasa de contratación del crédito, tendremos un proyecto productivo, que a su vez pudiera ser estratificado así: primero, el endeudamiento es más del 100% productivo, y aporta recursos netos a Pemex. Si la relación de las tasas es (digamos) entre el 50% y el 99%, aporta esos proyectos y endeudamientos una parte del crédito contratado y la otra parte proviene de las finanzas generales de PEMEX; y así sucesivamente hasta las tasas de retorno más negativas que existen.
El ejercicio que estamos proponiendo establecería los créditos, sectores, tipos de proyectos, y otros datos necesarios para ir separando malos proyectos de los buenos, lo chafa del grano. La dirigencia de Pemex podría instruir a su área financiera para tomar rutas mejores para la empresa, evitar ciertos tipos de contrataciones, y ampliar otros. No se trata de eliminar el endeudamiento, sino de eliminar el endeudamiento improductivo, y se puede hacer esto paso a paso sin crear una revolución en el seno de la empresa.
El ejercicio, y los lineamientos y directivos consecuentes, fortalecería la posición negociadora de Pemex frente a sus acreedores, quienes tendrían que otorgarla mejores condiciones de crédito ya que el proyecto para lo cual se busca el financiamiento este certificado (por algún certificador internacional) de productivo, y por ello el pago de los intereses y capital están sumamente asegurados, la base de una buena tasa de interés.
Por ejemplo, ExxonMobil, con una relación de Ingresos a Intereses de 32.37 en marzo de 2022, mientras que la cifra comparativa para Pemex en 2020 fue 5.9. Por ello, ExxonMobil pagaba una tasa general de interés de aproximadamente 2.5%, mientras que Pemex paga tres veces más. Aun así, se le considera altamente endeudada a esa empresa privada. Si Pemex tuviera esa tasa de pago sobre sus obligaciones, ahorraría las dos terceras partes del pago de intereses, tendría recursos adicionales importantes, año con año, para reorganizarse en bases productivas, y se convertiría en una empresa considerada financieramente sana, una empresa que los mercados de capital respetarían y buscarían financiar en los mejores términos, en vez de los actuales tan onerosos. Aunque Pemex tiene atrás al Gobierno Federal, y ese hecho reduce ligeramente su carga financiera, cuando menos debe de buscar alcanzar a la tasa de interés de una empresa privada que no cuenta con apoyo gubernamental directamente.
(EL AUTOR ES DOCTORADO EN ECONOMÍA POR LA UNIVERSIDAD DE PENNSYLVANIA, 1971. COLABORADOR DE DIARIO PRESENTE)
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