Conclusiones.- Los gobiernos del país pudieran hacer un recuento de su camino al endeudamiento en términos del criterio de productividad que hemos propuesto en estas colaboraciones. Así que un TERCER punto sería considerar que existen amplios sectores que pueden producir un excedente en sus proyectos aun después de la carga financiera del endeudamiento. Pero, los gobiernos están impedidos de apropiar ese excedente, y otros, muchas veces sus aliados políticos y financieros, lo embolsan.

Tomemos el caso de la construcción de un mercado local. El municipio consigue de BANOBRAS los recursos para dicha construcción. Una vez completada por su constructor favorito con los costos e ineficiencias incluidas, un primer procedimiento anti-financiero. Luego, el Presidente Municipal reparte los locales en función de sus intereses políticos y personales, otro proceso anti-financiero, desde luego insistiendo que cada quien asuma unas letras de pago a futuro que su administración va a avalar, echando una deuda segura a la administración siguiente. Una vez ubicados en sus locales, los locatarios comienzan a argumentar esto y el otro para que el presidente pague, de recursos municipales buenos, sus letras. Pueden chantajear al presidente por sus beneficios personales y políticos, y lo hacen no veladamente. Nadie paga la mayor parte de esas letras y todas caen en un mar de deudas incobrables. Un buen proyecto, mal llevado, resulta en un Endeudamiento Improductivo.

Lo mismo pasa con una carretera de cobro. Los constructores y administradores del proyecto pueden vivir de sus eficiencias o de sus corruptelas. El proyecto es viable si predominan las virtudes y no los vicios. Esta lucha entre Virtudes y Vicios pone el signo positivo o negativo al proyecto. El monto simplemente sigue ese signo y estima el tamaño del proyecto, y demuestra la superioridad del criterio cualitativo sobre cualquier otro cuantitativo, por muy importante que sea.

Más no es mejor. No por ser un monto grande, el signo de alguna manera tiene que ser positivo.

Estas Virtudes no son muy difundidas entre nuestra especie, pero si no las encontramos, el Endeudamiento Público simplemente va a abrumar al país y al pueblo de nuestra Nación. (EL AUTOR ES DOCTORADO EN ECONOMÍA POR LA  UNIVERSIDAD DE PENNSYLVANIA, 1971. COLABORADOR DE DIARIO PRESENTE)